Martes 25 de
abril de 2017
Por Corina
Pons y Andreína Aponte
CARACAS
(Reuters) - Dos personas murieron de disparos en la cabeza la madrugada
del martes en Venezuela durante manifestaciones, dijeron autoridades,
elevando a 26 los fallecidos en el último mes en medio de protestas antigubernamentales
y saqueos.
Orlando
Medina, de 23 años, murió de forma inmediata en la occidental ciudad de El
Tocuyo, en el estado Lara, tras recibir un disparo de escopeta en la cabeza
cuando, según medios locales, se encontraba en una protesta contra el Gobierno
del presidente Nicolás Maduro.
Luis Alberto
Márquez, de 52 años, falleció la madrugada del martes en el estado andino de
Mérida, horas después de haber recibido un disparo en la cabeza cuando
participaba de una manifestación progubernamental, dijo el defensor del pueblo,
Tarek Saab.
En ese mismo
acto, el lunes, falleció otra persona de un tiro en el cuello y cuatro se
encuentran heridas por impactos de bala, agregó la autoridad.
Una polémica
sentencia del máximo tribunal del país, que se arrogó competencias
parlamentarias a fines de marzo, detonó en reclamos internacionales y una
nueva la ola de protestas contra Maduro, la peor desde que en el 2014 violentas
manifestaciones dejaron 43 fallecidos.
"LA PAZ
SE CONSTRUYE"
Del total
fallecidos, 15 perdieron la vida en hechos violentos que han rodeado a las
manifestaciones y la mayoría por disparos que implican a algunos policías.
Otras 11 murieron -la mayoría electrocutados- en medio de saqueos en una zona
popular de Caracas la semana pasada, dijo la fiscal general.
Luisa Ortega
agregó que han sido heridas 437 personas y 1.289 aprehendidas, 65 de las cuales
aún permanecen tras las rejas. Y aseguró que su despacho estaba investigando
los hechos para sancionar a los culpables.
"Los
dirigentes de cualquier tendencia deben bajar el tono de la confrontación,
evitar descalificaciones, respetar al otro", dijo. "La paz no se
decreta, se construye".
Ortega
advirtió haber observado irregularidades en las detenciones por lo que la
mayoría de los aprehendidos han quedado libres.
El gobierno
socialista de Maduro acusa a sus adversarios de intentar un golpe de
Estado en su contra, con ayuda de Estados Unidos, mientras que la
oposición ha calificado al mandatario como un "dictador" que ordena
reprimir brutalmente las marchas.
"No hay
cordura en la derecha, no hay espacio para la reflexión, sólo hay espacio para
la locura", dijo el vicepresidente del gobernante partido PSUV, Diosdado
Cabello, en el estado Falcón, en la costa occidental del país petrolero.
Los líderes
opositores han dicho que seguirán en las calles de Venezuela hasta que se
cumplan todas sus exigencias: elecciones adelantadas, liberación de un centenar
de presos políticos, autonomía de los poderes públicos y el ingreso de un canal
humanitario que alivie la escasez de comida y medicinas.
Para el
miércoles, convocaron a sus huestes a congregarse en varias zonas de Caracas y
las principales ciudades del país para marchar hacia las sedes de los poderes
públicos, a donde les han prohibido el acceso en las protestas previas.