Viernes 24
de marzo de 2017
EFE -
Madrid
Bancos y
entidades internacionales siguen sin retirarse del proyecto hidroeléctrico de
Agua Zarca en Honduras, parado tras el asesinato hace un año de la activista
Berta Cáceres, quien se opuso al mismo, ha denunciado hoy en rueda de prensa su
hija Laura Zúñiga Cáceres.
"Seguimos
luchando porque se haga justicia, porque se detenga a los actores intelectuales
del asesinato de mi mami", ha manifestado Zúñiga Cáceres, quien recogerá
esta tarde en Casa América el premio Artemio Precioso de Greenpeace para
reconocer la labor de Berta Cáceres en defensa de los derechos de los pueblos
indígenas en Honduras.
En una rueda
de prensa en la sede de Greenpeace, Zúñiga Cáceres ha estado acompañada por el
único testigo del asesinato de Berta Cáceres, el activista mexicano Gustavo
Castro, quien ha coincidido con Laura en exigir al Gobierno hondureño la
detención de los "autores intelectuales" del crimen cometido en
Honduras, del que el pasado 2 de marzo se cumplió un año.
El asesinato
de su madre ha convertido a Berta Cáceres en un "símbolo colectivo que
representa a todo el pueblo hondureño, al de América Latina, de la vida y del
planeta", ha dicho Zúñiga, un símbolo que "nos impulsa a seguir
luchando y soñando para enfrentar a las empresas" que emprenden estos
proyectos.
A pesar de
que ayer el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, tras un encuentro en
Washington con el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, reconoció el
"importante progreso" de este país centroamericano en la lucha contra
el crimen y la corrupción, tanto Zúniga como Castro han denunciado que la
corrupción y la impunidad en el caso del asesinato de Berta Cáceres siguen
latentes.
Ha sostenido
asimismo que pese a las denuncias sobre la usurpación de tierras a pueblos
indígenas para la construcción de proyectos energéticos, de agua, cultivos y
deforestación, en Honduras, tras el golpe de Estado de 2009, se siguen haciendo
estas concesiones a empresas nacionales e internacionales por parte del
Gobierno sin auditorías o estudios de impacto medioambiental o económico.
Esas
concesiones, ha añadido, reciben financiación de instituciones como el Banco
Mundial, la Unión Europea y bancos europeos.
Ayer el
presidente hondureño informó tras su visita a Washington de la entrega de dos
préstamos por un monto de 942 millones de dólares: uno del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) de 632 millones de dólares, y el segundo del Banco Mundial
(BM) por otros 310 millones.
La hija de
Berta Cáceres ha denunciado, además, el apoyo que la UE sigue proporcionando a
Honduras, y la del Gobierno español con la financiación para elaborar un nuevo
Código Penal que castiga "a los defensores y luchadores de los derechos
humanos".
"Vivimos
en la impunidad", ha advertido, y ha señalado que esta situación es una
"puerta abierta contra la indefensión de los luchadores de los derechos de
los pueblos, sobre todo mujeres".
"Hay
muchas Berta Cáceres, y muchos hijos de activistas asesinados", por lo que
ha pedido que no cese la presión internacional para el esclarecimiento del
caso, porque en su familia, al igual que Castro, están convencidos que si ésta
cesa, el caso caerá en el olvido y no habrá justicia.
A la rueda
de prensa han asistido también el director ejecutivo de Greenpeace España,
Mario Rodríguez; la portavoz de la ONG de derechos humanos Global Witness,
Laura Furones; y la ingeniera despedida de Acuamed tras denunciar el caso
Azahara Peralta.