Martes
07 de julio de 2015 – 04:20 PM
Tegucigalpa
- Honduras está enfrentando un fuerte problema de deforestación y degradación
de sus bosques, sin embargo el país está en un proceso de búsqueda de
herramientas adecuadas para poder definir y medir con certeza la tasa de cambio
de cobertura forestal, los impactos con respecto a emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI). Para abordar esta problemática, MI AMBIENTE ha formulado un
plan de acciones de cinco años, con el propósito de prepararse para acoger un
futuro mecanismo REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación
de bosques) internacional.
Desde mediados del 2010 Honduras viene trabajando en la preparación del
documento R-PP (Readiness Preparation Proposal), para el fondo cooperativo para
el carbono de los bosques (FCPF por sus siglas en ingles), del banco mundial,
este proceso fue desarrollado de manera participativa, involucrando
especialmente a los pueblos indígenas y afro hondureños, mismo que culminó con
la aprobación del documento R-PP en la décimo cuarta reunión del comité de participantes
en Marzo del 2013.
En agosto 2012 Honduras, a través de la Secretaria de Energía, Recursos
Naturales, Ambiente y Minas (MI AMBIENTE), solicito al programa de las naciones
unidas para el desarrollo (PNUD), actuar como implementador de estos fondos.
Este proyecto es el resultado de un trabajo conjunto entre las diferentes
partes involucradas que prioriza las actividades y acciones que se van a llevar
a cabo durante tres años (2014- 2017) para lograr los siguientes resultados:
que nuestro país cuente con una estrategia nacional para reducir la
deforestación, en el contexto de REDD+, consensuada con los actores
claves, crear el marco habilitador bajo los parámetros internacionales
relevantes, para implementar la estrategia nacional para reducir la deforestación,
en el contexto REDD+.
Dicho taller conto con la participación del Ministro de MI AMBIENTE, José
Antonio Galdámes, Roberto Portillo proyecto REDD+ Honduras, Carlos Camacho
Consultor, José Arturo Santos del PNUD Regional.
Galdámes expreso que MI AMBIENTE, sector privado y las comunidades en las zonas
de intervención, adoptan buenas prácticas de manejo de ecosistemas, mitigación
y adaptación al cambio climático que permiten la preservación del capital
natural, reducir pérdidas económicas y la generación de oportunidades de
ingreso para los sectores en condiciones de mayor vulnerabilidad.
El efecto esperado es la implementación de buenas prácticas en la gestión de
los recursos naturales y en la generación y uso de energía renovable, de parte
de las comunidades y autoridades locales y regionales en las áreas de
influencia, que generan beneficios para el empoderamiento de las comunidades y
aumentar su resiliencia frente a fenómenos climáticos.