Domingo 21 de junio de 2015 – 08:00 PM
Un total de 78 centroamericanos indocumentados que
habían sido secuestrados en Oaxaca, un estado del sur de México que forma parte
de la ruta migrante hacia Estados Unidos, fueron rescatados por policías que
luego los entregaron a agentes migratorios, informaron este domingo autoridades
locales.
Elementos de la Policía Estatal hallaron una
camioneta que parecía estar abandonada sobre una carretera del municipio de San
José Chiltepec. Desde su interior "se escuchaban voces pidiendo auxilio y
al abrir el vehículo se localizó a 41 centroamericanos", informó la
corporación policial.
Estas personas, procedentes de El Salvador,
Guatemala y Honduras, fueron remitidas al Instituto Nacional de Migración (INM)
por no contar con un permiso vigente para estar en territorio mexicano, añadió
la misma fuente.
Por otro lado, un grupo de 37 centroamericanos fue
detenido tras participar de un enfrentamiento con presuntos criminales que los
habían secuestrado en el municipio de Ocotlán de Morelos.
Los migrantes fueron "retenidos contra su
voluntad en un depósito de vehículos usados (y las personas con que se
enfrentaban) les habían robado sus pertenencias y atacaron sexualmente a
algunas mujeres", dijo a la AFP Macario González, director de Seguridad
Pública del municipio.
Elementos de esa corporación y la policía estatal
llegaron al lugar de los hechos cuando cerca de un centenar de personas reñían.
Al percatarse de la presencia de los uniformados, la
gente se dispersó, pero los agentes detuvieron a 37 hombres y mujeres originarios
de Guatemala, El Salvador y Honduras, que fueron conducidos a oficinas
migratorias, detalló González.
Según las primeras investigaciones, los migrantes
llegaban el sábado a Ocotlán de Morelos cuando fueron interceptados por un
grupo de hombres que dijeron ser policías mexicanos y los retuvieron a la
fuerza.
Ninguna persona de origen mexicano fue detenida en
el operativo.
Se estima que unos 200.000 migrantes indocumentados
ingresan cada año a México por su frontera sur, la mayoría de ellos
centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.
En su trayecto clandestino se enfrentan a numerosos
peligros, como abusos de autoridades y robos, secuestros, asesinatos y
violaciones por parte del crimen organizado.
Luego que las autoridades estadounidenses se vieron
superadas por una ola de miles de menores que emigraron solos a su territorio
el año pasado, México instaló un operativo especial en su frontera sur para
combatir la migración ilegal, lo que ha derivado en un mayor número de
detenciones y a que los migrantes exploren nuevas y más peligrosas rutas.