Sábado 06 de junio de 2015 – 09:10 AM
El gobierno mexicano desplegó un operativo militar y
policial para proteger las elecciones locales y legislativas de este domingo,
amenazadas en algunos puntos del sur del país por el intento de boicot lanzado
por un movimiento de maestros.
El gobierno "ha puesto en marcha un operativo a
nivel nacional con el objetivo de garantizar a los ciudadanos las condiciones
que les permitan ejercer su voto", reportó el ministerio de Gobernación
(Interior) en un comunicado emitido la noche del viernes.
En los comicios se renovarán los cargos de 500 diputados
(cámara baja del congreso federal), los gobernadores de nueve estados y unas
900 alcaldías. Los comicios son un test para el presidente Enrique Peña Nieto
(2012-2018), cuyo partido, el PRI, se perfila para mantener la mayoría simple
en la Cámara de Diputados.
La jornada también será una prueba de fuego para el
compromiso de Peña Nieto de lograr un "México en paz", bandera con la
que devolvió el poder al Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras 12
años en la oposición. Cuatro candidatos o precandidatos a cargos han sido
asesinados desde marzo sin que se hayan aclarado los motivos de las agresiones.
El ministerio de Gobernación no precisó cuántos
efectivos del Ejército y la Policía Federal fueron desplegados para proteger
los comicios pero señaló que el operativo se enfocará sobre todo en el estado
de Oaxaca (sur).
En esa región, los maestros llevan cinco días
consecutivos de fuertes protestas.
Entre otras acciones, los profesores tomaron todas
las oficinas electorales del Estado, quemaron miles de papeletas, bloquearon un
centro de distribución de la petrolera estatal Pemex desatando una escasez de
gasolina en la zona y el viernes incluso sitiaron los accesos a una central
hidroeléctrica de la estatal Comisión Federal de Electricidad.
Los disturbios están extendidos a otros estados del
sur como Chiapas y Guerrero que, con Oaxaca, son los más pobres y conflictivos
del país.
En la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, capital de
Chiapas, los maestros asaltaron las sedes estatales y municipales de los
principales partidos políticos.
Los profesores realizaron pintadas en los edificios,
de donde sacaron material de papelería, muebles, propaganda política y objetos
diversos a los que prendieron fuego.
La Coordinadora de Trabajadores de la Educación
(CNTE), una facción disidente del sindicato nacional a la que pertenecen estos
maestros, exige para frenar el boicot la derogación de la reforma educativa del
gobierno de Peña Nieto, a la que acusan de arrebarles derechos laborales.
El CNTE siguió negociando el viernes con el gobierno
en Ciudad de México.
A la vez, en el apartado y montañoso pueblo de
Tlalpa (Guerrero) profesores que intentaron tomar una gasolinera se enfrentaron
con policías antimotines, constató un equipo de la AFP.
Los agentes fueron apoyados por un grupo de civiles
armados con piedras y palos. Los maestros, que también arrojaban piedras y
muchos cubrían su rostro con pañuelos, se llevaron retenido a uno de los
policías.
Tres de los maestros fueron detenidos, y un agente
policial dijo a la AFP que siete de sus compañeros resultaron heridos en las
refriegas.