Sábado 30 de mayo de 2015 – 09:00 PM
Miles
de guatemaltecos reclamaron este sábado pacíficamente y ondulando cientos de
banderas nacionales la renuncia del presidente, Otto Pérez, cuyo gobierno
enfrenta una presión popular por el descubrimiento de mafias corruptas en el
Estado.
"Sr
presidente, renuncie por dignidad ya", "NO más corrupción, el pueblo
grita", "Ya no más corrupción y saqueo", "Otto Pérez,
Guatemala no te quiere" y "Otto te toca" renunciar, escribieron
en carteles los manifestantes, quienes abarrotaron la Plaza Central, frente al antiguo
Palacio de Gobierno en el centro histórico de la capital.
En
la marcha participaron indígenas, estudiantes universitarios, familias,
cristianos y varios sectores sociales.
Las
actividades comenzaron en horas de la madrugada en ese mismo escenario con una
jornada de oración, convocada por varias iglesias evangélicas y se tiene
previsto que finalice en horas de la noche con una marcha nocturna.
En
varias ciudades del interior del país también hubo marchas similares.
Pese
al clamor de distintos sectores guatemaltecos para que renuncie, Pérez ha
insistido en varias ocasiones que cumplirá su período constitucional, que
culmina el 14 de enero de 2016.
La
crisis gubernamental estalló el pasado 16 de abril cuando se reveló la
existencia de una red de fraude fiscal en las aduanas, un escándalo que provocó
la renuncia de la vicepresidenta Roxana Baldetti el 8 de mayo, ante marchas
convocadas por redes sociales para manifestar indignación.
Además,
la semana pasada fueron arrestados los jerarcas del Banco de Guatemala
(central), Julio Suárez, y del Seguro Social, el militar Juan de Dios
Rodríguez, cercano a Pérez, acusados de un fraude por unos 15 millones de
dólares en esta última institución.
Aunque
Baldetti no ha sido acusada penalmente, la Fiscalía guatemalteca abrió el
miércoles una investigación por corrupción en su contra tras revelarse la red
de defraudación en las aduanas en la que estaría involucrada y por ello
embargaron cuentas bancarias e investigan sus propiedades.
"Este
movimiento no tiene ideología, sencillamente el pueblo ya se hartó de la
corrupción y está pidiendo un alto", dijo a la AFP el estudiante
universitario Julio Zúñiga, quien llevaba en la espalda una bandera con los
colores azul y blanco del país.
Los
inconformes además claman por una "refundación" del Estado a través
de una reforma constitucional, empleo digno, cese de la violencia, acceso a la
salud y educación y combate a la impunidad.