Martes
26 de mayo de 2015 – 03:20 PM
Giselle
Vanessa Vaquedano Sevilla
Analista
Internacional
consultorainternacionalhn@yahoo.com
Nos
encontramos en un mundo en que la crisis se ha expandido como una pandemia que
está afectando el modelo capitalista. Podemos asegurar que dicho modelo se
encuentra enfermo y que sufre de crisis generalizada.
En forma global “en nuestra casa el planeta
tierra” hay dificultades que van
desde materia energética, de
alimentación, cambios climáticos, seguridad humana, seguridad alimentaria, agua
y saneamiento.
La brecha entre ricos y pobres es cada vez más
grande, nos cautivamos por las potencias emergentes más sin embargo algunas de
estas arrastran gran desigualdad
social.
Brasil, país que cuenta con un pib elevado,
gran productor y exportador de tecnología, con una política pública que apuesta a la transnacionalización de sus
empresas, pero que no ha podido derrotar
los grandes cinturones de miseria. Por lo que califica como un ejemplo de grandes desigualdades sociales.
¿Podemos
decir que el desarrollo va de la mano de la igualdad?
Joseph
Estiglitz premio nobel de Economía en el
2001, asevera; “El uno por ciento de la población disfruta de las mejores
viviendas, la mejor educación, los mejores médicos y el mejor nivel de vida
pero hay una cosa que el dinero no puede comprar la comprensión que su destino
está ligado a cómo vive el otro 99%. En
esta acertada reflexión Estiglitz nos dice como a lo largo de la historia eso
es algo que la minoría solo ha logrado entender
cuando es demasiado tarde.
Por
su parte el presidente de Colombia Juan Manuel Santos ha recapacitado en muchas ocasiones en el
tema de la violencia y la democracia, su opinión sobre la crisis actual de
Venezuela es producto de la herencia que Chávez dejo a
los venezolanos y que ahora está dando sus frutos. Nos exhorta sobre el tema de seguridad se
combate dándole más oportunidades a la población lo que aumenta de forma
automática la igualdad.
En
el contexto mundial existen instancias de toma decisiones globales como ser el
G20 que ejercen una gran presión en la economía mundial, más sin embargo los resultados no son los esperados y no
constituyen un proceso de democratización de los países.
Experto
aseguran que dichos procesos de democratización
han sido fortalecidas por instituciones
como ser el fondo monetario internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) aunque
queda mucho camino por recorrer.
Resulta
incomprensible como las políticas de los tomadores de decisiones orientan su balanza a los sectores más
privilegiados apoyando infortunadamente el crecimiento de la brecha de
desigualdad. Tendrá que existir una ruta de comprensión de los gobiernos en
interacción con los organismos internacionales trabajando en conjunto por desarrollo
en todos los sectores.
Los
mecanismos o estrategias de los gobiernos deben orientarse en minimizar lo más
pronto posible las brechas de desigualdad.