Sábado 30 de mayo de 2015 - 02:40 PM
Por Warren Strobel y Mark Hosenball
WASHINGTON, 30 mayo (Reuters) - La Agencia de
Seguridad Nacional y las compañías de telecomunicaciones de Estados Unidos
empezarán a cerrar el domingo un programa, alguna vez secreto, que recopila los
registros telefónicos de buena parte de los estadounidenses, desactivando
computadoras y bases de datos digitales.
A menos que el Congreso de Estados Unidos tome
medidas de último hora, claúsulas clave de la Ley Patriota quedarán inválidas,
marcando un punto de inflexión en los tiempos posteriores a los ataques del 11
de septiembre del 2001.
Las competencias de intromisión entregadas al
Gobierno, creadas y usadas con la intención de prevenir otro gran atentado
terrorista, serán eliminadas al menos en parte, según críticos y defensores de
las medidas de vigilancia.
El FBI, por ejemplo, ya no podrá usar dispositivos
para interceptar llamados de sospechosos de terrorismo que emplean varios
celulares desechables, y tendrá más dificultades para acceder a los registros
de esas personas y de sus presuntos cómplices.
"Hemos pasado a la etapa inmediatamente
posterior a los ataques del 11 de septiembre. Y podemos analizar estos asuntos
con más calma", dijo Peter Swire, quien trabajó en el comité de revisión
establecido por el presidente Barack Obama, después que el ex contratista de
seguridad Edward Snowden reveló en 2013 los programas de vigilancia de la NSA.
Mientras se agota el plazo, una coalición de
senadores republicanos -que dicen defender las libertades de los ciudadanos-
bloqueó la aprobación de una nueva medida conocida como Ley de Libertad
Estadounidense, que reformaría buena parte del programa de registros
telefónicos pero no lo eliminará.
El grupo desea que el programa sea derogado del
todo, mientras otros legisladores argumentan que la iniciativa debe mantenerse
tal como se encuentra en la actualidad.
El senador Rand Paul, que la semana pasada empleó un
largo discurso para condenar una extensión del programa, dijo el sábado que
bloquearía nuevamente la legislación.
"Mañana (domingo), forzaré la expiración del programa
ilegal de espionaje de la NSA", sostuvo en un comunicado el senador
republicano de Kentucky.
Actualmente, los proveedores de servicios de
telecomunicaciones tienen órdenes por ley de enviar los registros telefónicos
al Gobierno. La Ley de Libertad Estadounidense ordenaría a las firmas privadas
que retengan los datos, los que sólo podrán ser entregados a departamentos
federales con una autorización judicial.
El Senado de Estados Unidos tiene previsto realizar
una sesión especial para considerar la ley a las 2000 GMT del domingo, justo en
momentos en que funcionarios de seguridad sostienen que deberán empezar a
cerrar el programa de la NSA para cumplir con los plazos estipulados.
La Ley de Libertad estadounidense ya ha sido
aprobada por la Cámara de Representantes y cuenta con el respaldo de Obama.
(Reportes adicionales de Patricia Zengerle y Richard
Cowan; Editado en español por Marion Giraldo)