Miércoles 08 de abril de 2015 – 08:20 AM
Miriam Burgués
Washington, (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack
Obama, llega esta semana a su tercera Cumbre de las Américas con un legado
"claro" al que busca sumar nuevos logros, reforzado además ante el
continente por su decisión de cambiar la política hacia Cuba pero, a la vez,
cuestionado por sus medidas sobre Venezuela.
Obama quiere dejar atrás el "divisionismo"
y seguir apostando por "nuevas formas de compromiso con nuestros socios
sobre la base del interés y respeto mutuo, y lograr progresos concretos",
explicó en una conferencia telefónica con los periodistas el asesor adjunto de
seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes.
Dentro del "claro legado" que está
construyendo Obama hacia la región, Rhodes puso como ejemplos la apertura hacia
Cuba, la designación de un enviado especial para apoyar el proceso de paz en
Colombia, el compromiso de dar 1.000 millones de dólares a Centroamérica para
mejorar la seguridad y su política energética.
La cumbre, que tendrá lugar este viernes y sábado en
Panamá, "es un momento crucial en nuestros esfuerzos para demostrar cómo
estamos avanzando en todas estas áreas", destacó Rhodes.
Pero más allá de la agenda "muy
pragmática" con la que Obama acude a Panamá, en palabras de su principal
asesor para Latinoamérica, Ricardo Zúñiga, todas las miradas van a estar
puestas en su esperada primera "interacción" cara a cara con el
mandatario cubano, Raúl Castro, y en las tensiones con Venezuela.
Tras su "audaz" decisión sobre Cuba, Obama
llega a esta la cita continental "en el lado correcto de la
historia", sostuvo esta semana en un encuentro con los periodistas en
Washington Thomas "Mack" McLarty, quien fuera jefe de gabinete en la
presidencia de Bill Clinton y arquitecto de la I Cumbre de las Américas,
celebrada hace dos décadas.
La Casa Blanca ha dejado entrever que la decisión
sobre si Cuba continúa o no entre los países a los que EE.UU. considera
patrocinadores del terrorismo es inminente y todo apunta a que la recomendación
que el Departamento de Estado debe hacer a Obama será favorable a la salida de
la isla de esa lista.
Eso dará un impulso a las negociaciones para la
normalización de las relaciones diplomáticas bilaterales, aunque no se prevé un
anuncio en breve sobre la reapertura de las embajadas en Washington y La
Habana, salvo sorpresas de última hora.
Jorge Domínguez, profesor de la Universidad de
Harvard y experto en Cuba, no considera ninguna "catástrofe" que no
esté todo listo para la reapertura de las embajadas y, por el contrario, se
declaró "impresionado" por la "disciplina y confianza" con
que se llevan a cabo las negociaciones, "sin filtraciones" a la
prensa.
Además, el presidente cubano, Raúl Castro, puede
jugar en esta cumbre un "rol positivo" para tratar de rebajar las
tensiones entre EEUU y Venezuela, según dijo Domínguez en una charla con los
periodistas.
Washington parece estar tratando también de suavizar
esas tensiones de cara a la cumbre con declaraciones como la de Rhodes, quien
ha aclarado que EE.UU. no considera a Venezuela una "amenaza" para su
seguridad, pese a que así lo establece una orden ejecutiva emitida por Obama en
marzo con sanciones a funcionarios del Gobierno de Nicolás Maduro.
Además de participar en las sesiones plenarias de la
cumbre, Obama asistirá a otros foros y reuniones durante sus dos días de
estancia en Panamá, y tendrá un encuentro bilateral formal con el presidente
anfitrión, Juan Carlos Varela.
Obama hablará el viernes en el encuentro de
empresarios organizado por el Ejecutivo panameño y el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), donde coincidirá con los mandatarios Enrique Peña Nieto
(México), Juan Carlos Varela (Panamá) y Dilma Rousseff (Brasil), entre otros.
Ese mismo día participará en el Foro de la Sociedad
Civil, que promete reunir a disidentes cubanos y opositores venezolanos, entre
otros, junto con los mandatarios de Uruguay, Tabaré Vázquez, y Costa Rica, Luis
Guillermo Solís.
Asimismo, antes de la inauguración de la cumbre,
Obama tendrá una reunión multilateral con los presidentes del Sistema para la
Integración Centroamericana (SICA) y acudirá a un foro para promover una
iniciativa estadounidense que busca aumentar los intercambios educativos entre
los países americanos.
Antes de viajar a Panamá, Obama realizará una visita
a Jamaica, adonde llegará hoy miércoles por la noche. Mañana, jueves, se
iniciará la agenda oficial con un encuentro bilateral con la primera ministra
Portia Simpson Miller.
A continuación, Obama se reunirá con líderes de los
países de la Comunidad del Caribe (Caricom), como ya hizo en la Cumbre de las
Américas de Trinidad y Tobago en 2009, y participará después en un foro abierto
a preguntas con jóvenes de la región.
Según Zúñiga, EE.UU. quiere un futuro energético
para el Caricom "más diverso, limpio y sostenible", por lo que quiere
cooperar y ayudar en este ámbito a la región, muy dependiente de la iniciativa
venezolana de petróleo subsidiado conocida como Petrocaribe. EFE