Martes 14 de abril de 2015 – 01:10 PM
Unos 300 migrantes de Guatemala, Honduras y El
Salvador que querían peregrinar a la capital de México para reclamar sus
derechos llevaban este lunes varios días resguardados en un refugio para
indocumentados de Oaxaca (sur), luego de que autoridades amenazaran con
detenerlos, denunció el albergue.
El jueves pasado estaba previsto que la marcha Via
Crucis Migrante 2015, integrada por un grupo numeroso de centroamericanos
indocumentados, saliera de la localidad de Ixtepec (Oaxaca) rumbo a Ciudad de
México "para pedir al gobierno mexicano respeto a sus derechos
humanos", explicó el pasado fin de semana el sacerdote católico Alejandro
Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino de Ixtepec y reconocido
defensor de los migrantes.
Solalinde asegura que desde esa fecha el oficial Instituto
Nacional de Migración (INM) lanzó un operativo en la región "para detener
a migrantes que participarían en este Via Crucis" por lo que, "ante
el temor de ser detenidos", los participantes cancelaron el evento y se
refugiaron en el albergue.
Este lunes un responsable del refugio de Ixtepec -a
740 km de Ciudad de México- confirmó a la AFP que los migrantes permanecían en
sus instalaciones mientras que el Instituto Nacional de Migración no hizo
declaraciones y se remitió a un comunicado que emitió el viernes.
En ese texto, el organismo advertía sobre este caso
que a "aquellos extranjeros que administrativamente se encuentren de
manera irregular" en México se les "aplicará la Ley de Migración para
ponerlos en inmediata comunicación con sus representaciones consulares y
posteriormente otorgarles el retorno asistido a su país de origen".
La marcha del Via Crucis, que conmemora la Pasión de
Cristo, inició el 24 de marzo en el sur de México con un grupo de migrantes que
cruzó indocumentadamente la frontera desde Guatemala. Un hondureño que
participaba del grupo llevaba ese día una cruz de madera sobre sus hombros.
El gobierno mexicano lanzó en julio el llamado Plan
Frontera Sur para minar el tránsito de migrantes por su territorio y que
implica operativos para bajar y detener a extranjeros indocumentados del tren
de carga en el que se suben para viajar clandestinamente por el país, conocido
como "La Bestia", así como en hoteles y posadas donde se alojan.
Se calcula que unos 200.000 extranjeros
indocumentados, la mayoría centroamericanos, ingresan cada a año a México para
tratar de buscar una mejor vida en Estados Unidos, en un camino plagado de
amenazas de organizaciones criminales que los secuestran, extorsionan y
asesinan.