Martes 21 de abril de 2015 – 01:30 PM
MIAMI (AP) — Más de una veintena de personas, la
mayoría hispanas, fueron acusadas formalmente de asociación ilícita para
cometer fraude matrimonial y otras infracciones a las leyes de inmigración de
Estados Unidos, dijo el martes la fiscalía federal.
De los 27 acusados al menos una veintena serían
hispanos, varios de ellos de Argentina, Colombia y Venezuela, con edades
comprendidas entre los 21 y 57 años.
De acuerdo con la acusación, al menos tres personas
del sur de Florida lideraban una organización a través de la que conectaban a
ciudadanos y residentes permanentes de Estados Unidos con extranjeros para que
se casaran de manera fraudulenta con el fin de evadir las leyes de inmigración.
Los presuntos delitos fueron cometidos entre mayo de
2011 y febrero de 2014 y están acusados tanto los líderes de la organización
como los ciudadanos, los residentes estadounidenses y los extranjeros que
intentaban obtener la ciudadanía a través del matrimonio.
En caso de ser declarados culpables, los acusados
podrían enfrentar penas de entre cinco y 10 años de prisión.
"El fraude matrimonial y de inmigración es un
crimen grave que busca socavar la integridad y la legitimidad de nuestro
sistema de inmigración", dijo el fiscal Wilfredo Ferrer, jefe de la
oficina de fiscales federales del sur de Florida. "Nuestra oficina
continuará trabajando con nuestros socios de la policía para investigar estos
delitos y acusar a estos individuos que buscan realizar conspiraciones fraudulentas
de inmigración", agregó.
Según la acusación los organizadores
"concertaban matrimonios fraudulentos entre extranjeros y ciudadanos
estadounidenses o residentes legales permanentes para que los extranjeros
pudieran obtener fraudulentamente beneficios de inmigración, incluyendo un
estatus legal en Estados Unidos".
En el grupo había también reclutadores, que eran los
encargados de buscar a ciudadanos estadounidenses y residentes legales para que
se casaran con los extranjeros y que junto con los organizadores demandaban un
pago a los inmigrantes para concertar las bodas.
Según las leyes del país, un ciudadano
estadounidense puede allanar el camino a la residencia legal y a la
naturalización de su cónyuge y otros familiares directos.
Las autoridades, sin embargo, suelen realizar
entrevistas con las parejas para cerciorarse de que la boda no se realizó por
conveniencia cuando una de las partes es un extranjero.
Los líderes de la organización cobraban para
organizar el matrimonio fraudulento, emitir licencias de matrimonio falsas,
completar documentos de inmigración y prepararlos para entrevistas con las
autoridades de inmigración. Los ciudadanos y residentes estadounidenses también
le cobraban a los extranjeros para concretar la boda en el sur de Florida.
Dos de los líderes del grupo intentaron además
obtener su naturalización de manera fraudulenta, dijeron los fiscales en un
comunicado de prensa en el que identificaron a los 27 acusados.
No especificaron cuánto debían pagar los extranjeros
para casarse.
Varios de los acusados permanecen detenidos.