Martes 17 de marzo de 2015 – 11:00 AM
NEW ORLEANS, Louisiana, EE.UU. (AP) — Las
autoridades encontraron casi 150 gramos de marihuana y un revólver en la
habitación de hotel del millonario estadounidense Robert Durst cuando fue
arrestado el fin de semana, informó un fiscal el martes.
Durst se presentó ante un juez por segundo día
consecutivo para enfrentar acusaciones relacionados con drogas y armas. También
está acusado de matar a una mujer en Los Ángeles hace 15 años.
Además, es sospechoso en la desaparición de su
primera esposa y fue exonerado de un cargo de homicidio en Texas.
En un documental sobre la problemática vida de
Durst, él mismo murmura que los mató "a todos", dando al último
episodio un dramático fin a la serie. Pero las autoridades dijeron que su
arresto por el cargo de asesinato se basó en unas palabras que él escribió.
Analistas vincularon una carta que Durst escribió a
su novia Susan Berman un año antes de matarla, con otra que según los expertos
"sólo el asesino pudo haber escrito".
En el documental, la cadena HBO detalló la vida de
privilegios del millonario y su involucramiento en tres muertes: la de Susan
Berman, en Los Ángeles; de su esposa Kathleen Durst, en Nueva York; y de Morris
Black, una anciana que era su vecina en Texas.
En el último capítulo del documental "The Jinx:
The Life and Deaths of Robert Durst" (La Maldición: La vida y muertes de
Robert Durst), se escucha la voz de Durst diciendo que los mató "a
todos". Las autoridades esperan que esta y otras evidencias finalmente
lleven a sentenciarlo.
Durst, de 71 años, fue acusado el lunes de homicidio
premeditado por el asesinato de Berman, hija de un mafioso de Las Vegas. El
anciano podría enfrentar la pena de muerte bajo circunstancias especiales que
apuntan a que Durst la emboscó y la asesinó por ser testigo de un crimen.
Berman fue vocera de Durst después de la
desaparición de la esposa del millonario en 1982. En diciembre de 2000, Berman
fue asesinada de un disparo en la nuca en su casa en Los Ángeles poco antes de
una entrevista que pretendían hacerle autoridades de Nueva York sobre la
desaparición de Kathleen Durst.