Sábado
07 de marzo de 2015 – 08:20 PM
Tegucigalpa,
Honduras - La presidenta del Comité Pro Vida, Marta Lorena Casco, entregó al Comisionado Nacional de los
Derechos Humanos (CONADEH), una iniciativa mundial en la que abogan por
políticas internacionales de defensa de
la libertad de elección de la mujer y que se respete la maternidad en el trabajo,
entre otras exigencias.
Casco
explicó que “Women of the Word” es una iniciativa mundial apoyada por mujeres de más de 40 países de
los 5 continentes que incluyen alrededor de 17,000 firmas que han dicho que
se reconozca el valor del hombre y la mujer en su rol complementario y no
antagónico.
“Queremos
que se respete la maternidad en la
fuerza laboral, porque una mujer embarazada
se convierte casi en una enemiga de la empresa y eso hay que cambiarlo
porque la mujer aporta, el reconocimiento y el valor del trabajo en el hogar”,
declaró.
Cuestionó
que los derechos de la mujer han sido capitalizados por los grupos
radicales o de la ideología de género
y que eso no puede continuar así.
En
el mes de la mujer, tenemos que dejar
constancia aquí, en el Comisionado
Nacional de los Derechos Humanos, que los derechos de la mujer no pueden
continuar de esa manera, apuntó.
Lamentó
que tanto el valor de la maternidad como
el de la identidad femenina no son
parte de políticas
nacionales ni internacionales.
Anunció
que “Women of the Word”, es un reto mundial que será llevado a las más altas
esferas de la política internacional porque ahora lo más fácil es obligar a las
mujeres que no tengan hijos y que continúen en la fuerza laboral.
En
el documento, que fue entregado a la delegada adjunta del CONADEH, Linda Rivera, se establece que la
mujer aporta una contribución singular a la estabilidad de la familia, el mundo
laboral a la sociedad y el bien común.
Además,
que se debe desarrollar el papel diferencial de la mujer en la sociedad sin
discriminación, violencia o explotación.
Añade
que la maternidad tiene un valor y una dignidad única e irremplazable y que
aunada a la dedicación de la mujer a la familia no merman su crecimiento
personal o intelectual, sino que muy al contrario suponen una consolidación de
su personalidad y el desarrollo de su identidad femenina.
Las
firmantes de la iniciativa mundial
exigen el reconocimiento
universal y el respeto de la identidad femenina, su dignidad y la auténtica igualdad
entre el hombre y la mujer en su complementariedad y reciprocidad.
Además,
abogan por políticas internacionales de defensa de la libertad de elección de
la mujer, lo cual implica la auténtica conciliación de la vida familiar y
laboral.
Claman
por el reconocimiento en la legislación internacional del valor del trabajo
silencioso y, aparentemente invisible, de la mujer en su familia y el
tratamiento del término “dedicación exclusiva a la familia” como categoría
laboral.
Exhortan
a crear un marco de políticas internacionales de protección de la mujer
trabajadora que tiene o quiere tener hijos o que está dedicada parcial o
exclusivamente a su familia y a la denuncia de cualquier tipo de discriminación
contra ellas.
También
exigen la prohibición universal de la maternidad subrogada porque, según ellas,
la misma constituye una violación de la dignidad tanto de la madre como del
niño.
Consideran
que dicha práctica es una nueva forma de explotación de la mujer y de tráfico
de personas que convierte a los niños en un producto comercial.