Miércoles
25 de marzo de 2015 – 03:50 PM
Tegucigalpa,
Honduras - El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera
Cáceres, dijo hoy que pese a los
esfuerzos que se realizan en materia de seguridad en el país, existen núcleos
organizados que pueden movilizar sus fuerzas y mandar mensajes para causar “terror”
en la sociedad.
El
ombudsman hondureño se pronunció en esos términos al ser consultado en torno al
mensaje que estarían enviando los responsables de ejecutar masacres en
el país, que solo en los últimos 26 meses dejaron como saldo 391 personas muertas
y 76 heridas
Un
informe del CONADEH establece que entre el 2013 y marzo del 2014 se
registraron, al menos, 80 masacres, de 4 o más personas muertas violentamente
en cada escena del crimen, es decir, un
promedio de 3 masacres mensuales.
Detalla
que, mientras en el 2013, se reportaban
36 masacres, de 4 o más víctimas, que dejaron como saldo 180 personas
muertas y 29 heridas, en el 2014, las muertes múltiples, bajo esas
características, ascendieron a 41, en las murieron violentamente 197 y otras 39
resultaron heridas.
En
lo que va del 2015, tres masacres registradas en las colonias Centro América
Oeste y la Torocagua de Comayagüela, y otra en Olanchito, Yoro, dejaron como saldo 14 muertos y 3
heridos.
Del
recuento de los hechos se establece que en los últimos 26 meses se cometieron 40 masacres donde perdieron la vida, al menos, 4 personas en cada hecho sangriento, 27
masacres de 5 víctimas; 8 masacres don murieron 6 personas en cada hecho; 1
masacre de 7 víctimas y, 2 donde
murieron 8 personas.
Herrera
Cáceres, expresó que las muertes múltiples son una característica de la
situación de inseguridad que vive toda
la población a consecuencia del crecimiento de la delincuencia organizada, en
especial, del narcotráfico.
Reiteró
que pese a los esfuerzos que se realizan
por mejorar la seguridad en el país, todavía existen ciertos núcleos
organizados que pueden movilizar sus fuerzas y mandar mensajes que
puedan causar impactos, casi terror, en la misma sociedad en la cual nos
estamos desenvolviendo.
El
defensor de los derechos humanos es del criterio que se requiere de mayor
unidad entre el gobierno
y la sociedad para poder afrontar cualquier amenaza, venga de donde venga.
Agregó
que lo fundamental es ver cuáles son las
causas estructurales que motivan toda
esta explosión de violencia que tenemos
y, al mismo tiempo, impedir su generalización en todo el territorio nacional.
El
Defensor del Pueblo recomendó utilizar los ejemplos y buenas prácticas que hay en algunos municipios donde los índices
de violencia están reducidos a la mínima expresión y donde inclusive no hay
homicidios.
“Tenemos
que utilizar las expresiones de unidad,
de la sociedad civil con sus autoridades municipales para así aproximar un modelo de mayor unidad entre el gobierno nacional con toda la sociedad”, indicó.
Considera
que se deben rescatar las cosas buenas
que se hacen para combatir las cosas
malas que nos hacen y ser un Estado fortalecido por la vía de la democracia y del progreso.
Mientras
prevalezca la impunidad no habrá forma de disuadir a los delincuentes
Según
el Comisionado de los Derechos Humanos, mientras prevalezca la impunidad en el
país no habrá forma de disuadir a los delincuentes que se dedican a
ejecutar personas.
Herrera
Cáceres lamentó la saña con que actúan los delincuentes, situación que
evidencia una carencia absoluta de
valores.
Uno
de los hallazgos que arroja el informe del CONADEH es que casi, en su totalidad, los hechos
sangrientos registrados entre el 2013 y
lo que va del 2015 se encuentran en la impunidad, situación que “alimenta” que
los hechos se repitan continuamente.
La
impunidad es motivo de preocupación para el CONADEH, si se toma en cuenta que
el Estado no tiene la adecuada investigación para determinar la autoría directa
o indirecta de esas masacres y se sigue en la incertidumbre de ver caer a más personas asesinadas, advirtió.
Se
estima que en 76 masacres los victimarios usaron armas de fuego de diferentes
calibres para ejecutar a las víctimas, en
dos casos los ejecutores usaron
arma blanca, en una, combinaron el uso de arma blanca y armas de fuego y, en
otro caso, las víctimas fueron estranguladas.
Del
análisis se desprende que las personas responsables de cometer este tipo de
hechos violentos contra la vida pocas veces son reconocidas por las autoridades
encargadas de mantener el orden en el país.
Según
el informe, en muchos de los casos, los victimarios utilizan uniformes
similares a los que portan los miembros de la policía, se cubren el rostro con pasamontañas, usan
chalecos antibalas, portan armas de grueso calibre y actúan en la oscuridad de
la noche
Otro
hallazgo es que los victimarios actúan sin mediar palabra por lo que no se
descarta que haya casos donde el
objetivo sea una persona y al final terminan ejecutando a inocentes.