Domingo 1 de marzo de 2015 – 10:00 AM
El Parma fue un equipo grande de Europa, pero ahora,
sin dinero siquiera para pagar la electricidad de su estadio, debería ser
declarado en quiebra el próximo 19 de marzo, por segunda vez en una década, un
signo más de que el fútbol italiano está enfermo.
El pasado domingo, el Parma, colista de la Serie A,
no pudo recibir al Udinese en la 24ª jornada de liga, debido a la falta de
dinero para pagar a los trabajadores y abrir el estadio Ennio Tardini. El
partido se pospuso indefinidamente.
Los dirigentes del club, el capitán Alessandro
Lucarelli, el alcalde de la ciudad, Federico Pizzarotti, y miembros de la liga
italiana (Lega) y de la Federación Italiana (FIGC) se reunieron este martes por
la mañana en el tribunal de Parma.
"En la situación en la que estamos la única
solución que parece que hay es declararse en quiebra", estimó Lucarelli.
La decisión del tribunal de Parma se conocerá el 19
de marzo, aseguró este martes una fuente judicial.
La situación es acuciante para un club que hace dos
décadas contaba en sus filas con jugadores de renombre mundial.
Por el Ennio Tardini desfilaron estrellas como Fabio
Cannavaro y Gianluigi Buffon, el búlgaro Hristo Stoitchkov, los argentinos
Hernán Crespo y Juan Sebastián Verón, el francés Liliam Thuram, el colombiano
Faustino Asprilla, el brasileño Adriano, o los portugueses Paulo Sousa y
Fernando Couto entre otros muchos.
La deuda se aproxima a los 100 millones de euros,
según la prensa italiana, y el retraso en el pago de impuestos llega hasta los
17 millones, lo que le podría costar nuevas sanciones en forma de pérdida de
puntos.
Último a trece puntos de la salvación, el Parma ya
recibió un punto de sanción esta temporada.
- No falsear el campeonato -
Representantes de la Lega y de la FIGC acompañaron a
los dirigentes del club al juzgado este martes para tratar de salvar a la
entidad, con el objetivo de no falsear el campeonato.
"El Parma terminará la temporada gracias a la
ayuda de otros clubes de la Serie A", dijo el presidente de la Federación
Carlo Tavecchio.
En el caso de que el juzgado declarase la quiebra
inmediata, el Parma abandonaría la competición y sus adversarios ganarían el
partido por 3-0 hasta final de la temporada.
El capitán Lucarelli aseguró al salir del juzgado
que el apoyo de la Lega y la FIGC llega "demasiado tarde", aunque
añadió que los jugadores están dispuestos a seguir compitiendo. "Estamos
dispuestos a pagar de nuestro bolsillo el desplazamiento a Génova", dijo,
en referencia al encuentro frente al Génova del próximo 1 de marzo.
"Estamos dispuestos a jugar, pero solo si lo
hacemos bajo tutela", añadió.
- Símbolo de un declive -
La deriva del Parma, que la pasada temporada festejó
su centenario, es el símbolo del declive en el que está sumido el fútbol
italiano en los últimos años.
Cuando la Serie A era el mejor campeonato del mundo,
en los años 1990, el Parma era uno de los gallitos del Calcio.
En esa década ganó tres copas europeas (Recopa-1993,
y Copa de la UEFA en 1995 y 1997), y terminó segundo en la liga en 1997, a solo
dos puntos de la Juventus.
El club ya vivió una bancarrota con el colapso del
gigante lácteo Parmalat, expropietario del club, hace diez años. Un escándalo
que mandó al presidente del equipo, Calisto Tanzi, a prisión.
La no inscripción en la Europa League a finales de
la pasada temporada dejaba entrever los problemas financieros del club, negados
por el expresidente Tommaso Ghirardi.
Otros grandes de Italia, como el Milan, que ya no
puede comprarse grandes estrellas, el Inter o la Roma deben buscar con
frecuencia inyecciones de dinero (normalmente procedente de fuera de Italia)
para poder seguir sobreviviendo y pagar las deudas... en un fútbol italiano que
parece ir de mal en peor.