Sábado 07 de marzo de 2015 – 09:50 PM
CHICAGO (AP) — Cientos de personas acudieron el
sábado al funeral de Minnie Miñoso, el astro cubano de los Medias Blancas de
Chicago que es considerado la primera estrella latina negra en las Grandes
Ligas.
En un mensaje leído ante los asistentes, el también
cubano y actual jugador de los Medias Blancas Alexei Ramírez resaltó que el
coraje de Miñoso allanó el camino para las futuras generaciones de peloteros
latinoamericanos.
"Sin Minnie, sin su coraje al irse de Cuba para
jugar en las mayores, sin su disposición para soportar burlas y desprecios,
ninguno de nosotros hubiéramos llegado a ser peloteros de Grandes Ligas",
dijo Ramírez, quien estaba en Arizona disputando un partido de pretemporada.
"Al salir a jugar hoy, un cubano orgulloso con
la camiseta de los Medias Blancas, estaré pensando en Minnie. Gracias, mi
amigo", añadió.
Miñoso, oriundo de la provincia de Matanzas, es
considerado como la primera estrella latina negra de las Grandes Ligas,
falleció el domingo pasado. Se cree que tenía 90 años.
Conocido como el "Cometa Cubano", Miñoso
fue parte de una generación de peloteros negros que transformaron el béisbol.
El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, recordó que
Miñoso siempre tuvo que luchar contra dos condiciones que eran consideradas
desventajosas en su época: era negro y latino. Agregó que Miñoso respondió a
las críticas conectando un jonrón de dos carreras en su primer turno al bate.
Miñoso fue siempre amable con los fanáticos, sin
negarles nunca un autógrafo.
"No sólo firmaba los autógrafos, pero era
cuidadoso de que se pudiera leer bien su nombre. Se sentía orgulloso de su
nombre", dijo el ex lanzador de los Medias Blancas Billy Pierce.
Conteniendo las lágrimas, Charlie Rice-Miñoso, de 26
años, recordó otras pasiones de su padre: jugar partidas de dominó, cocinar
abundante comida para alimentar a todo un ejército, ver películas de vaqueros
en blanco y negro hasta al amanecer y sus tremendas supersticiones.
Si los Medias Blancas estaban en una racha de
victorias, Miñoso mantenía a rajatabla sus rutinas, como vestir de manera
idéntica día tras día, convencido que cualquier cambio podría provocar una
derrota, relató su hijo.
Y, por supuesto, su sonrisa contagiosa que provoca
una reacción en cadena de energía positiva y alegría que te hacía sentir
especial", dijo Rice-Miñoso.
Al final del sepelio, se hizo sonar una grabación
con la voz de Miñoso. Era un mensaje a sus fanáticos.
"Desde que llegué en 1951, ustedes me dieron su
cariño, su respeto... Gracias por parte de mi familia y de mi parte",
dijo. "Les quiero y que Dios les bendiga".
Un coro juvenil procedió a cantar "Take Me Out
to the Ball Game", mientras se cargaba el ferétro para la procesión que
pasó frente al estadio U.S. Cellullar Field, el hogar de los Medias Blancas
donde hay una estatua de Miñoso, y la zona donde estaba ubicado el plato del
desaparecido Comiskey Park.