Jueves 26 de febrero de 2015 – 12:20 PM
- Destacó que el Triángulo Norte (Honduras, Guatemala
y El Salvador) es más que tres países, es el sétimo país más grande de América
Latina
Tegucigalpa, Honduras - La gerente del Departamento
de Países de Centroamérica, México, Panamá y República Dominicana,
representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); Gina Montiel,
destacó la voluntad política de tres visionarios jefes de Estado para forjar el
Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte que beneficiará a los
países Honduras, Guatemala y El Salvador.
Montiel considera que el Plan Alianza para la
Prosperidad convertirá a los tres países en un lugar de oportunidades para sus
gentes, con futuro para hombres y mujeres, con trabajo digno y un techo seguro
que hacen posible que se queden a vivir en su país.
“El Triángulo Norte es más que tres países, en
conjunto estas tres economías albergan casi 30 millones de habitantes, lo que
convertiría al Triángulo Norte en el séptimo país más grande de América Latina
en términos de población, la novena economía y el noveno exportador más grande
de América Latina y el Caribe”, señaló.
Agregó que “más aún en exportación de productos
manofacturados lo hacen en niveles similares a Chile y Colombia, es decir, son
el secreto mejor guardado de América Latina”.
Montiel reiteró el apoyo del BID de trabajar de la
mano con los países del Triángulo Norte e implementar este Plan de Alianza para
la Prosperidad que beneficia a Honduras, Guatemala y El Salvador. “Vamos a
trabajar mano a mano”, aseguró.
Dijo que es necesario aprovechar las oportunidades
que proporciona este mercado ampliado, pues es la vía más acelerada de avanzar
en la ruta del desarrollo.
“Además, los tres países tienen una agenda de
políticas públicas similares y esa es un desafío a la que tratan de dar
respuesta las líneas estratégicas de acción sobre las que se afincan el Plan de
la Alianza para la Prosperidad”, señaló.
CUATRO EJES DE ACCIÓN
Montiel destacó los cuatro ejes de acción del Plan
que son: promover las actividades del sector productivo, porque sin ello no
habrá crecimiento. “Segundo, el desarrollo de oportunidades para las personas,
pues sin ello no habrá bienestar y progreso. Tercero, mejorar la seguridad y la
justicia pública, porque sin ello no habrá condiciones favorables de vida para
la población”, indicó.
“¨Por último y esencial es el fortalecimiento de las
instituciones, pues sin ellos no existirían recursos del Estado, no habrá
transparencia y tampoco capacidad para ejecutar el plan”, acotó.
Aseguró que se está ante una oportunidad única y que
gracias a la voluntad y liderazgo de los presidentes, se tiene un plan diseñado
y liderado por los países del Triángulo Norte para la Alianza y la Prosperidad
, pero –advirtió- las oportunidades requieren prepararse y coordinarse para
capitalizarse.
“El reto común para traer inversiones nacional y
extranjera para acelerar el crecimiento económico al 100 por ciento y ser
capaces de generar un empleo de calidad a los cerca de 600 mil jóvenes que
ingresen al mercado laboral requiere de un gran liderazgo y de compromiso de
todos”, expresó.
Apuntó que como mujer son las grandes aliadas de
este Plan, destacando que no hay más comprometida con la prosperidad de un
pueblo que las mujeres, por su gran labor de ser madres.
Insiste que el reto es grande y que por eso requiere
el apoyo de todos. “Este programa se puede definir como tres por tres, tres
países que unen sus naciones y liderazgos para avanzar conjuntamente, pero
requiere de tres actores fundamentales: voluntad de los gobiernos, el sector
privado que es el motor que impulsa y que complementa el diseño del sector
público y los socios del desarrollo que son todos los países e
instituciones que con sus financiamientos apoyan la implementación de este
plan”.