Domingo 05 de octubre de 2014 – 02:30 PM
Tegucigalpa, Honduras – (EFE).- Un estudiante de arquitectura de
la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) ha sentado un precedente
nunca antes visto en esa institución contra un maestro suyo, al que denunció
ante las autoridades por discriminación racial y fue obligado a pedir disculpas
públicas.
Se trata del alumno Osbin Pérez Álvarez, de raza
negra, contra quien el maestro Miguel Antonio Fiallos profirió frases racistas
en abril de 2013, lo que fue denunciado por el ofendido ante las instancias
internas de la UNAH y los tribunales de justicia.
El Juzgado de Letras de lo Penal en Tegucigalpa
ordenó que Fiallos pidiera disculpas públicas a Pérez Álvarez, acto que se
celebró el pasado miércoles en un auditorio de la UNAH que lució lleno de
estudiantes, maestros, autoridades y otros invitados.
El maestro
pidió las “disculpas públicas” y expresó su “sincero arrepentimiento” por la
forma en que procedió contra el alumno.
Además, se comprometió a proceder como “docente con
base en valores y prácticas que promuevan la convivencia en la pluralidad”.
Pérez Álvarez lamentó que en su país haya
discriminación racial y agradeció el apoyo de las autoridades universitarias y
otros sectores que se solidarizaron con él por un hecho que calificó de
“repudiable que no debe ser consentido ni tolerado” en la sociedad.
“El racismo y la discriminación racial vulneran los
derechos humanos y la dignidad de la persona humana y son actos punibles (que)
deben ser eliminados para alcanzar una convivencia pacífica para todos y todas.
Señores, no al racismo”, recalcó Pérez Álvarez.
El sociólogo Eugenio Sosa, quien además es
catedrático de la UNAH, dijo a Acan-Efe que el hecho “es inédito, de valentía y
representa un cambio importante en la sociedad”.
Además refleja que en Honduras se están produciendo
cambios culturales importantes y una toma de conciencia de la sociedad con
respecto a la diversidad y a lo no discriminación, agregó.
En opinión de Sosa, también se está manifestando en
el país una forma de conciencia de sujetos, principalmente de las minorías como
los indígenas y afrodescendientes, que reclaman mayor protagonismo.
El sociólogo destacó el caso de los
afrodescendientes, quienes son los que más están reivindicando sus derechos
haciendo sentir su identidad y orgullo, y pidiendo ser incluidos en los
círculos de poder para que el Estado les atienda.
Otro factor importante, según Sosa, es la apertura de
la UNAH a procesos como la creación de la figura del defensor de los derechos
humanos del alumno para que cesen acciones como la discriminación racial, acoso
sexual y cualquier otro tipo de delitos.
La discriminación en Honduras no solamente ha sido
racial, pero pocas veces los ofendidos denuncian los casos para que se
investigue y sancione a los infractores, como ha ocurrido con el alumno de
arquitectura Pérez Álvarez contra el maestro Fiallos en la UNAH.
Para el analista Manuel Torres, las autoridades del
país no están midiendo con el mismo rasero todas las manifestaciones de racismo
y discriminación, que se producen a diario, y aunque la sanción al docente
Fiallos es un precedente importante, “se debe profundizar más en el tema”, no
solamente en la UNAH.
Torres, quien además es miembro del Consejo Superior
de la UNAH, señaló que a muchos sectores del país a diario se les discrimina o
margina en sus derechos laborales, de posesión, culturales y de su lengua, como
es el caso de los grupos étnicos, entre otros.
Añadió que “es importante que se establezcan
precedentes” en la UNAH y que se profundice no solo en casos de discriminación
racial, sino también en otras acciones como la revisión de los contenidos de
clases y el sentido de pluralidad en la sociedad.
La discriminación contra los afrodescendientes
hondureños también se da en el fútbol local, entre otros sectores.
Sobre el caso en la facultad de arquitectura de la
UNAH, el director de la Organización Étnico Comunitaria (ODECO), Céleo Álvarez,
dijo a Efe que “la ciudadanía está tomando mayor conciencia en general sobre el
tema del racismo y la discriminación racial, que son delitos consignados en el
Código Penal del país”.
“Lo importante es que se ha dado una demostración,
que se persigue el delito, no a la persona, y que la Universidad es una
institución comprometida con la construcción de ciudadanía, enfatizó el dirigente
de la ODECO, cuya organización apoyó al estudiante Pérez Álvarez en su
incidente con el maestro Fiallos.
Otro caso de racismo, similar al del docente Fiallos
y el alumno Pérez Álvarez se registró a inicios de 2006 en el Parlamento
hondureño en perjuicio de diputados afrodescendientes, por parte de su entonces
compañero de cámara Miguel Ángel Gámez, quien también fue obligado a pedir
disculpas públicas”.