Jueves 09 de octubre de 2014 – 08:00 PM
El sexo no es un personaje secundario en la novela
del matrimonio (o de las parejas estables, para hablar en códigos más
modernos). La convivencia, los hijos y sus problemas, sumado a que envejecemos,
nos puede llevar a la inevitable pregunta: ¿en dónde queda el sexo cuando
“el otro” ya no es una novedad?
Cambio de frecuencia
Marcela, una abogada de 33 años, hace tres que está casada y al comienzo de su
relación, siempre que se acostaba con su pareja, tenían relaciones. A pesar de
que pasó mucho tiempo, todavía se acuerda de la primera vez que ella y su
marido compartieron la cama, pero no tuvieron sexo. Así lo contó a Yahoo Mujer:
“Los dos sabíamos que era la primera vez que no lo hacíamos. Pero cada uno tomó
su almohada y se durmió sin decir nada”. ¿Te suena familiar?
El caso de Marcela no es único, pues por lo general, las parejas tienen más
sexo al comienzo de la relación y luego, disminuye con el paso del tiempo, según
señala la psicóloga social Amy Muise en la revista Psychology Today.
Entonces, ¿cuánto es mucho, poco o normal?
Aquí, te revelamos algunas frecuencias comunes en las parejas, según el libro Exploring the Dimensions of
Human Sexuality (2010):
Luna de miel. Para los recién casados, la frecuencia promedio es de
aproximadamente tres veces por semana.
Entre los 30 y los 50 años. Llegando a la mediana edad, el promedio es de una a
dos veces por semana.
Después de los 50 años de edad, la media es de una vez por semana, o menos.
Pero, como no hay dos personas iguales, tampoco hay dos matrimonios idénticos.
Así lo ilustran los testimonios de estas dos mujeres entrevistadas por Yahoo
Mujer:
- Teresa, una reciente jubilada de 60 años, contó que su vida sexual fue
siempre plena. “Por supuesto, tuvimos épocas en que estábamos demasiado
ocupados como para mantener el ritmo de vida prematrimonial, pero siempre
encontrábamos la manera de estar juntos”, expresa. “Hoy, que los chicos ya se
fueron de casa, tenemos relaciones todas las semanas”.
- En cambio Inés, profesora de historia de 27 años, no estaba satisfecha con su
vida sexual luego del nacimiento de su primer hijo, factor que contribuyó al
final de su pareja. “Durante medio año no tuvimos relaciones, y luego las
teníamos pero cada dos o tres meses, y a veces me parecía que él lo hacía
obligado. Para mí no era suficiente, así que nos separamos”, nos cuenta. El
sexo y sus beneficios
Ya que el sexo en la pareja traería aparejados muchos beneficios, según destaca
Muise en Psychology Today. Los detallamos a continuación:
- Abajo las neurosis. Las relaciones sexuales frecuentes podrían ayudar a
reducir las consecuencias negativas de dicha afección.
- Doble beneficio. Tener sexo más seguido estaría asociado con estar más
satisfecho con la relación.
- Sexo que no es sexo. No solamente tener relaciones es considerado sexo.
Besarse, abrazarse, tomarse de la mano y acurrucarse en la cama podrían
catalogarse como tal. ¿Tal vez es hora de mimarse más?
Pero ¡cuidado!, compararse con otros o guiarse por las estadísticas puede traer
aparejadas emociones negativas. Lo que importa es que ambos integrantes de
la pareja estén de acuerdo con la frecuencia y la calidad del acto sexual,
explica el libro antes citado.
Y tú que estás en pareja, ¿estás conforme con lo que sucede debajo de las
sábanas?
Fuentes consultadas: entrevistas a: Marcela, abogada de 33 años; Teresa,
jubilada de 60 años; Inés, profesora de historia de 27 años.