Domingo 28
de septiembre de 2014 – 2:10 PM
(AFP) La
muerte de cuatro personas atrapadas el sábado en la súbita erupción del volcán japonés
monte Ontake, que sorprendió a numerosos senderistas y turistas, fue confirmada
el domingo por la televisión pública NHK, mientras más de una veintena se halla
en estado de "paro cardíaco".
"Nosotros tenemos confirmación de que 31 personas
fueron encontradas en estado de paro cardíaco cerca de la cima", declaró a
la AFP un portavoz de la policía de la prefectura de Nagano (centro).
Los socorristas hablan de "paro cardíaco"
para designar a las víctimas que ya no presentan ningún signo vital. Las autoridades
niponas utilizan habitualmente ese término a la espera de que los médicos
certifiquen los decesos.
Entre esas víctimas, cuatro hombres fueron declarados
muertos el domingo al anochecer después de ser transportados por los servicios
de socorro, según el canal de televisión público NHK.
Los socorristas, que "suspendieron sus
operaciones durante la tarde debido a la creciente concentración de
azufre", sólo pudieron llevar a esas cuatro personas sin administrarles
cuidados especiales, teniendo en cuenta que su estado era desesperado.
El domingo al anochecer todavía quedaban 27 personas
aparentemente sin vida que debían ser llevadas abajo. Pero en el mejor de los
casos, no serán transportadas hasta el lunes.
Varias decenas de personas más sufrieron heridas
debido a la caída de rocas, o se intoxicaron a causa de la inhalación de polvo.
Los helicópteros de las fuerzas de autodefensa, enviadas al lugar el sábado por
el gobierno, socorrieron a siete de ellas.
El volcán Ontake, de 3.067 metros de altura y situado
entre las prefecturas de Nagano y Gifu, se despertó bruscamente el sábado al
mediodía, proyectando espesas nubes de humo, cenizas y piedras.
"Hubo un estruendo y el humo oscureció el
cielo", explicó a la agencia Kyodo Shuichi Mukai, responsable de un
albergue de montaña cerca de la cumbre.
Este episodio rarísimo, el primero importante en
los 35 últimos años en el caso de este volcán, sorprendió a más de 300
senderistas y turistas en este comienzo de otoño (boreal) particularmente
propicio para las caminatas.
Muchos de los visitantes huyeron, presa del pánico,
cubriéndose la cabeza y el rostro para no asfixiarse, según los testimonios y
videos de los aficionados.
Sin embargo, varias decenas de personas -entre 45 y
49, según las estimaciones de las autoridades locales- no lograron bajar y
pasaron la noche en los refugios.
En total, 550 soldados, policías y bomberos
participaban en las operaciones de salvamento.
El vapor continuaba escapando el domingo de la cima
del volcán, y existe el riesgo de que caigan cenizas en un radio de 4 km,
advirtió la agencia meteorológica.
"Nadie hubiera imaginado la erupcion de ese
tipo de montaña. Yo no podía creerlo", dijo un miembro de un equipo de NHK
que se encontraba en el lugar para filmar otro tema.
El monte Ontake no se había despertado de forma tan
fuerte desde 1979, cuando el volcán escupió más de 200.000 toneladas de
cenizas, de acuerdo con los medios de comunicación locales.
Una erupción de menor magnitud tuvo lugar en 1991,
y ese volcán fue responsable de varios sismos en 2007.