Viernes 05
de septiembre de 2014 - 07:30 PM
AFP
Cientos
de personas, entre ellos sus padres, familiares y amigos, asistieron este
viernes a una emotiva ceremonia en una sinagoga en la ciudad estadounidense de
Miami para despedir a Steven Sotloff, el periodista decapitado por yihadistas.
La sorpresa en la sinagoga Beth Am, en el exclusivo
barrio Pinecrest, donde creció Sotloff, fue una carta del propio reportero dada
a conocer durante el homenaje, en la que dijo a su familia: "Sepan que
estoy bien. Vivan su vida al máximo y luchen por ser felices".
La carta escrita en mayo pasado, leída por un primo,
habría sido entregada por el periodista de 31 años a otro prisionero que logró
evitar que cayera en manos de sus captores.
Sotloff fue decapitado por los extremistas del Estado
Islámico (EI) un año después de haber sido secuestrado en Siria en represalia
por los ataques aéreos estadounidenses contra el grupo en Irak.
En un salón de la sinagoga casi lleno, con capacidad
para 700 personas, varios oradores, entre ellos los padres de Steven Sotloff,
recordaron con lágrimas en los ojos al periodista como una persona de gustos
sencillos y enamorado de su trabajo, que lo llevó a cubrir zonas de conflicto
en Medio Oriente, constató AFP.
"Lo extraño mucho. Perdí a mi hijo y a mi mejor
amigo pero sé que su muerte cambiará al mundo", dijo el padre, Arthur
Sotloff, sin poder evitar el llanto, que contagió a varias personas del
público. "Quiero hablar con el corazón. Pero tengo el corazón roto",
dijo, sosteniendo la mano de su esposa y madre del periodista, Shirley.
"Él
vivió su sueño", dijo la madre, quien rememoró momentos de la vida de
Sotloff, descrito en la ceremonia como una personal jovial y divertida. Sus
"momentos más felices fueron sobre un campo de fútbol americano o rugby.
(...) Siempre estará en mi corazón y en mis memorias", agregó.
La última vez que Arthur y Shirley escucharon a su
hijo fue en una llamada que logró hacerles en diciembre pasado.
- Recuerdos y canciones -
Varios oradores se sucedieron en el podio, incluso un
rabino que dijo haber conocido a los abuelos de Sotloff, sobrevivientes del
Holocausto.
Una prima del periodista, que afirmó haber aprendido a
disfrutar de la música con Sotloff, le dedicó "Wish your were here"
("Desearía que estuvieras acá") de Pink Floyd, uno de los grupos
favoritos del periodista.
A la ceremonia, en la cual no se permitió grabar ni
fotografiar, acudieron, además de parientes y allegados, residentes de Miami
que vinieron a mostrar apoyo a la familia, legisladores locales, como el
senador Marco Rubio, y el gobernador de Florida, Rick Scott, quien dispuso que
todas las banderas en el estado del sureste norteamericano fueran colocadas a
media asta este viernes.
"Él eligió ser periodista en probablemente los
lugares más peligrosos de la tierra. Allí decidió divulgar sus palabras",
dijo Rubio el senador.
La mayoría de los asistentes vestían colores oscuros y
mostraban semblantes tristes, y no deseaban hablar con la prensa.
El acto luctuoso también se prestó para el ataque
político: el congresista republicano Mario Diaz-Balart repitió el ataque de
miembros de su partido de que el presidente Barack Obama no tiene un plan
contra los yihadistas del EI, quienes han conquistado territorio en Siria e
Irak.
"Al presidente Obama se le está pidiendo
liderazgo. ¿Qué quiere hacer? ¿Cuál es el plan? (...) El presidente Obama
parece estar en una nube de confusión y de indecisión", dijo Diaz-Balart a
periodistas en la entrada de la sinagoga Beth Am, donde estudió Sotloff y
trabajó su madre.
Sotloff, el segundo periodista estadounidense
asesinado por el EI en las últimas semanas, colaboraba con publicaciones
estadounidenses como Time, Foreign Policy y World Affairs Journal.
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