- Desde
el 2003 a la fecha, al menos 46 periodistas y comunicadores sociales perdieron
la vida en circunstancias violentas.
Tegucigalpa, Honduras -
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, dijo
hoy que estará vigilante del trabajo que realice tanto la policía como el
Ministerio Público para evitar que la
muerte del periodista Herlin Espinal quede en la impunidad.
El defensor de los
derechos humanos se solidarizó con los familiares de la víctima y exhortó a las
autoridades encargadas de la seguridad en el país a investigar el hecho
violento que enluta al gremio de periodistas en el país.
Según el funcionario el
ejercicio del periodismo se ha convertido en Honduras en una labor de alto
riesgo para quienes lo ejercen.
Expresó hoy su
preocupación por la incidencia de muertes violentas de periodistas y
comunicadores sociales que suman 46 desde el año 2003 a la fecha, y exhortó al
gobierno a investigar los 42 casos que aún se encuentran en la impunidad.
En su criterio el ambiente de
inseguridad prevaleciente, en forma
lamentable, en toda Honduras, condiciona mucho esa actitud de irrespeto
a los derechos humanos fundamentales de
las personas.
Señaló que esa
condición de inseguridad que afecta a toda la ciudadanía, amenaza en forma más constante a quienes hacen uso de su
libertad de expresión por los medios de comunicación.
Recordó que por eso hay
numerosas recomendaciones que se han hecho por relatorías especiales para
salvaguardar los derechos humanos de los periodistas y comunicadores sociales
del país.
Comentó que el ente
estatal que dirige está tratando de
avanzar y de orientar a las entidades competentes del Gobierno para que profundicen más en la
investigación y evitar que más casos queden en la impunidad.
Según el ombudsman hondureño, lo importante, en este momento, es investigar
de cada uno de los casos y deducirles responsabilidades a sus autores.
Recordó que la Declaración de Principios sobre la
Libertad de Expresión señala como deber de los Estados prevenir e investigar el
asesinato, secuestro, intimidación y las amenazas dirigidas a los comunicadores
sociales.
Indicó que para el
Comisionado Nacional de los Derechos Humanos la, libertad de expresión es piedra angular de la democracia, porque
favorece el debate público, la
participación ciudadana y el control del poder político.
En su criterio cuando
se restringe la libertad de expresión o la libertad de prensa no solamente se
afecta el derecho humano individual para expresarse sino que también se lesiona
el derecho colectivo de la ciudadanía a recibir información e ideas por parte
de los medios de comunicación.
Desde
el 2003 a la fecha, al menos 46 periodistas y comunicadores sociales perdieron
la vida en circunstancias violentas.
Hasta
ahora los tribunales de sentencia hondureños declararon culpable Joseph Cockborn
Delgado por la muerte de “Georgino” Orellana; a Gabriel Armando
Castellanos por el asesinato del periodista Aníbal Barrow.
También fue encontrado culpable en primera instancia
Roger Mauricio García por ultimar al comunicador social Héctor
Francisco Medina Polanco; además, fueron condenados Marvin Alonso Gómez y los hermanos Osman Fernando y Edgar Francisco
Osorio por el secuestro y asesinato del periodista Angel Alfredo Villatoro.
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