Jueves 08 de mayo de 2014 – 12:30 AM
El cuerpo humano envía señales
químicas sexuales a los miembros del género opuesto que influyen en las
percepciones visuales y se interpretan de manera diferente dependiendo de la
preferencia sexual, según un estudio que publica la revista 'Current Biology'.
"Nuestras
conclusiones apoyan la existencia de feromonas sexuales humanas", indicó
Wen Zhou, del Instituto de Psicología, afiliado con la Academia Nacional de
Ciencias de China, y quien encabezó la investigación.
"La
nariz puede distinguir el género en las secreciones corporales aún cuando, a
nivel consciente, pensamos que no olemos nada", agregó Wen.
Las
feromonas son sustancias químicas secretadas por plantas y animales que causan
comportamientos específicos en otros individuos, particularmente los de la
misma especie. Pero la existencia de feromonas sexuales humanas sigue siendo un
asunto debatido.
Numerosos
estudios anteriores han apuntado el interés sobre dos esteroides humanos:
androestadienona y estratetraenol.
Los
humanos son los simios más olorosos en término de número y tamaño de las
glándulas sebáceas, dispersas por toda la piel, y apocrinas, ubicadas en
algunas partes el cuerpo, pero carecen de un órgano vomeronasal y un bulbo
olfatorio accesorio, por lo cual siempre se ha considerado que no existe la
comunicación humana con feromonas.
La
androstadienona, el androsteno más prominente en el semen masculino, y en el
cabello y la superficie de la piel de las axilas, realza la excitación, altera
los niveles de cortisol y promueve un "estado de ánimo positivo" en
las mujeres, pero no tiene un efecto similar en los hombres.
El
estratetraenol, identificado primero en la orina femenina, tiene un efecto en
las respuestas autónomas y el estado de ánimo de los hombres.
El
artículo señaló que el esteroide masculino "activa el hipotálamo en las
mujeres heterosexuales y en los hombres homosexuales, pero no en los hombres
heterosexuales o las mujeres homosexuales".
Por su
parte, el estratetraenol "activa el hipotálamo en los hombres
heterosexuales y las mujeres homosexuales, pero no en las mujeres
heterosexuales o los hombres homosexuales".
Los
investigadores chinos fueron aún más allá procurando determinar si estos
esteroides influyen en otras percepciones de género y para ello utilizaron el
"caminante de puntos de luz", esto es, puntos blancos sobre una
pantalla oscura que muestran los movimientos de una figura humana que camina.
La
computadora modifica las distancias y movimientos de los puntos para que
parezcan los de un cuerpo masculino o femenino.
El
olor de la androestadienona "sistemáticamente altera a las mujeres
heterosexuales, pero no a los hombres, para que perciban la figura que camina
como más masculina".
Por
contraste, el oler el estratetraenol "inclina sistemáticamente a los
hombres heterosexuales, pero no a las mujeres, para que perciban al 'caminante'
como más femenino".
Los
hombres homosexuales muestran un patrón de respuesta similar al de las mujeres
heterosexuales, en tanto que las mujeres bisexuales u homosexuales "quedan
a mitad de camino entre los hombres y las mujeres heterosexuales".
Según
los investigadores, los resultados de su estudio "dan la primera prueba de
que los dos esteroides humanos comunican información de género opuesta, que
tiene un efecto diferente sobre los dos grupos sexuales sobre la base de su
orientación sexual.
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