Sábado 26
abril, 2014 - 3:59 PM
Ciudad del
Vaticano, 26 abr (EFE).- El papa Francisco y el presidente de Honduras, Juan
Orlando Hernández Alvarado, se reunieron en privado hoy durante 26 minutos en
el Vaticano, donde el mandatario le pidió ayuda para acabar con la lacra del
narcotráfico en la región.
El
presidente hondureño, que mañana asistirá a la canonización de los papas Juan
Pablo II y Juan XXIII, llegó al Vaticano acompañado de toda su familia, su
esposa, sus cuatro hijos y su madre.
El embajador
de Honduras ante la Santa Sede, Carlos Ávila, explicó a Efe que el presidente
hondureño pidió “el acompañamiento del papa para que se resuelva el problema de
la violencia que genera el narcotráfico en Centroamérica”.
A Francisco,
explicó Ávila, Hernández Alvarado le expresó que esta lucha necesita “una
acción conjunta” entre Norteamérica y Sudamérica para buscar soluciones a una
“flagelo” que causa violencia, necesidad de inmigración y disgregación
familiar.
“Su petición
al papa fue que acompañe con mensajes y oraciones la voluntad de detener este
flagelo”, explicó el embajador.
Pero también
el presidente hondureño realizó una invitación al papa argentino para que
visite Honduras “y pueda con su presencia forjar un camino de paz y atención a
esta lucha a través del fortalecimiento de los valores y los principios”.
Hernández
Alvarado fue recibido, como es habitual, en la Sala del Tronetto por el papa
Francisco, quien le dijo: “Espero que se sienta en casa”.
Por su
parte, el presidente hondureño expresó al pontífice argentino que era un placer
conocerle.
Después
pasaron a la Biblioteca del palacio pontificio, donde primero hubo una foto
oficial de pie y después otra sentados junto al escritorio del papa, por lo que
el pontífice, divertido, explicó a Hernández Alvarado que era “el protocolo”.
El Vaticano
no informó sobre el contenido de la reunión privada, pero el presidente ya
había explicado que invitaría al pontífice a que viajase al país ya que “sería
una enorme bendición para Centroamérica”.
Aunque
también admitió que la agenda del pontífice es muy apretada y sería difícil
obtener una respuesta.
También
adelantó antes del encuentro que hablaría con el pontífice argentino de la
“tarea de volver a afianzar valores familiares y valores de respeto a la vida”.
Tras la
reunión privada, en el tradicional intercambio de regalos, el presidente de
Honduras le entregó una pequeña escultura de la Virgen de Suyapa, patrona de
Honduras, mientras que por su parte el papa le dio su exhortación apostólica
“Evangelii Gaudium” y un medallón de San Martín de Tours, patrón de Buenos
Aires.
Sobre el
medallón, el pontífice le explicó al mandatario hondureño la historia del
santo, símbolo de solidaridad, pues partió su capa en dos para darla a un
pobre.
El
presidente de Honduras presentó después a su delegación, de la que formaba
parte el Presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva y el presidente de la
Corte de Justicia, Arnaldo Avilés.
El
mandatario hondureño también presentó a toda su familia y sus hijos quisieron
abrazar al pontífice, mientras que la madre de Hernández Alvarado se apartó un
momento con Francisco para rezar la oración del Padre Nuestro.
El
presidente de Honduras comenzó su visita a Roma y el Vaticano con la firma ayer
en Roma un acuerdo de colaboración bilateral con la Orden de Malta para el
desarrollo de programas de formación y gestión de asuntos relacionados con la
Seguridad Social, así como para una mejor prevención de grandes desastres. EFE
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