Hoy jueves, queridos amigos de Tiempo
Nuestro, mis letras van hacia todas aquellas mujeres que en silencio
sufren maltrato, lloran en silencio su impotencia.
Mi nombre.
¿Qué importa?
Si soy el primero que quiero olvidarlo.
Mi condición.
¿Qué relevancia tiene?
Si jamás fui capaz de ser mejor persona.
Mis años.
¿Qué más dan?
Si ansio borrar el tic tac del tiempo, los crueles pasos que avancé en el camino de la vida.
Mi conducta.
Ojalá pudiera cambiarla.
La violencia tatuada en la piel de mi mujer es la huella de mis actos.
Surcos profundos de dolor y maltrato en el corazón de la persona que un día me amó.
Soy un ser miserable, despreciable.
Un parásito de la sociedad que no merece piedad, perdón.
Soy aquello que nunca imaginé.
Convertí la existencia de mi mujer en una condena, un lastre, un calvario, un infierno.
Sus ojos llevan escritos infinitas lágrimas de impotencia, angustia, miedo.
Su cuerpo, cicatrices que yo escribí en reiteradas palizas.
Su corazón, de mis manos, mil puñales yacen clavados.
Mi vida.
Arrepentida.
Solo mis letras, en una súplica:
Aquel que levante la mano a una mujer será basura. Igual que yo.
Un sucio y asqueroso cobarde.
BASTA YA CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
Angelique Pfitzner. Escritora.
BASTA YA!
¿Qué importa?
Si soy el primero que quiero olvidarlo.
Mi condición.
¿Qué relevancia tiene?
Si jamás fui capaz de ser mejor persona.
Mis años.
¿Qué más dan?
Si ansio borrar el tic tac del tiempo, los crueles pasos que avancé en el camino de la vida.
Mi conducta.
Ojalá pudiera cambiarla.
La violencia tatuada en la piel de mi mujer es la huella de mis actos.
Surcos profundos de dolor y maltrato en el corazón de la persona que un día me amó.
Soy un ser miserable, despreciable.
Un parásito de la sociedad que no merece piedad, perdón.
Soy aquello que nunca imaginé.
Convertí la existencia de mi mujer en una condena, un lastre, un calvario, un infierno.
Sus ojos llevan escritos infinitas lágrimas de impotencia, angustia, miedo.
Su cuerpo, cicatrices que yo escribí en reiteradas palizas.
Su corazón, de mis manos, mil puñales yacen clavados.
Mi vida.
Arrepentida.
Solo mis letras, en una súplica:
Aquel que levante la mano a una mujer será basura. Igual que yo.
Un sucio y asqueroso cobarde.
BASTA YA CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
Angelique Pfitzner. Escritora.
BASTA YA!
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