Bengasi (Libia) (AFP)
Nuevos enfrentamientos entre el ejército y el grupo armado
Ansar Asharia dejaron tres muertos este jueves en Bengasi, en el este de Libia,
donde al menos 10 personas más murieron al explotar un depósito de armas en el
sur del país.
En el sur de Libia, donde se han registrado últimamente
menos actos de violencia que en otras partes del país, unas 10 personas
murieron y otras 15 resultaron heridas al explotar un depósito de armas en la
región de Brak al Chati, 650 kilómetros al sur de Trípoli, informó el gobernador
militar de la región, el general Mohamed al Dhahbi.
"Un grupo de desconocidos intentó atacar el depósito,
causando este incidente lamentable", añadió.
La televisión nacional dio cuenta de "muertos y
heridos" pero no precisó la cantidad, e indicó que un "grupo de
civiles" asaltó el depósito con el objetivo de robar el cobre que se
encuentra en las municiones, provocando una serie de explosiones.
Por otra parte, tres soldados murieron y otros tres
resultaron heridos en enfrentamientos entre el ejército y el grupo armado Ansar
Asharia en Bengasi, indicó una fuente médica. "Tres soldados muertos y
tres heridos fueron ingresados en el hospital", dijo la portavoz del
hospital Al Jala de Bengasi, Fadia al Barghathi.
Una fuente de los servicios de seguridad indicó que el
enfrentamiento se produjo cuando el grupo armado intentaba entrar en la ciudad
desde el este.
En Bengasi, los habitantes proseguían por tercer día
consecutivo una huelga para obtener que los grupos armados abandonen la ciudad,
después de que anteriores enfrentamientos entre militares y Ansar Asharia
dejaran siete muertos, según el ministerio de Salud.
El comandante de las fuerzas especiales en Bengasi, Wanis
Abujamada, afirmó, en una declaración difundida por la televisión libia, que se
había detenido en la entrada de la ciudad a cuatro personas que tenían
explosivos.
"Durante su traslado al centro de la ciudad, el grupo
Ansar Asharia atacó a las fuerzas de seguridad", declaró, refiriéndose al
principal grupo salafista yihadista de Libia.
Abujamada advirtió que estos actos de violencia en Bengasi
marcaban un "giro peligroso" e instó al gobierno y al Congreso
General Nacional (parlamento) "a asumir sus responsabilidades".
Recientemente, Ansar Asharia había difundido un comunicado
para indicar que no reconocía las instituciones del Estado, ni sus servicios de
seguridad.
Expertos libios y extranjeros suelen considerar que grupos
islamistas son los autores de los ataques que se registran en la parte oriental
de Libia, pero las autoridades no se atreven a acusar directamente a estos
grupos fuertemente armados.
Dos años después del derrocamiento de Muamar Gadafi, con la
ayuda de países como Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña, las autoridades
libias de transición todavía no han logrado controlar a las milicias armadas.
Tras la caída de Gadafi, el gobierno libio usó a las
milicias, entre ellas varios grupos islamistas, para intentar garantizar la
seguridad del país. Pero el plan de integración de estos jóvenes en las fuerzas
regulares fracasó tras rechazar la mayoría de ellos ser reclutados
individualmente.
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