Elevado a las alturas después de alcanzar la final en Pekín.
Pero no hay épica en la crónica, no hay carga emotiva en su victoria porque
accede a la última ronda por la lesión de Tomas Berdych. Con 4-2 en el
primer set, el checo abandonó por problemas en la espalda y facilitó el
triunfo de Nadal. Ya es el mejor del mundo, otra vez él. [Así lo hemos contado]
La semifinal duró 37 minutos, el tiempo en el que Berdych
dijo basta. Se le vio agarrotado de la espalda a partir de una
carrera hacia la red y de inmediato supo que había poco que hacer. Ni siquiera
el fisioterapeuta ni el tiempo que se tomó en el vestuario le ayudaron. Cuando
volvió a pista, y después de cuatro puntos en los que apenas pudo competir, el
checo se acercó a la red y tendió la mano a Nadal. No podía seguir.
Sirve el triunfo para que Nadal regrese a la cima 825 días
después. El 3 de julio de 2011 fue su última jornada como líder y ahora,
después de este descomunal 2013, vuelve a mandar. A partir del lunes, y una vez
se actualice la lista, ocupará el lugar que defendía hasta la fecha Novak
Djokovic. Cambio de orden en el tenis, es el tiempo de Nadal.
Es la tercera vez que se pone en lo más alto y sucede
en Pekín, su paraíso. En este mismo escenario, en 2008, saltó por primera vez
al cielo al imponerse en los Juegos Olímpicos de Pekín. Ese Nadal era un
tenista salvaje y mantiene el orgullo del Nadal de hoy, perfeccionado a partir
de su exigencia.
El premio sabe mejor después de esos siete meses y pico de
lesión, catigada la rodilla por una rotura parcial en el tendón rotuliano. Ni
siquiera él sabía cuándo y cómo volvería a competir y ha vuelto como un ciclón,
arrasando con todo. Lleva diez títulos y en Pekín aspira al undécimo. Su
rival en la final saldrá del duelo entre Richard Gasquet y Novak Djokovic.
No hay puños cerrados ni festejos. La victoria de Nadal
llegó por abandono del contrario, pero le sirve igual para cumplir con uno de
sus objetivos, una ilusión que nadie podía imaginar. Nadal vuelve a ser el
más grande y compensa todo el esfuerzo en la sombra, tardes de dolor en el
gimnasio para volver a ser el que siempre fue.
Fuente: Diario ABC España
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