El ex oficial de las SS Erich Priebke, condenado
en 1998 a cadena perpetua en Italia por la masacre de las Fosas Ardeatinas de
Roma en 1944 tras haber pasado parte de su vida en Argentina, murió este
viernes a los 100 años de edad en la capital italiana, informaron fuentes
de la prensa local.
Detenido en la Argentina en 1994 tras haber vivido
tranquilamente en ese país más de 40 años, extraditado y juzgado en Italia,
donde permaneció en reclusión domiciliaria, Priebke jamás pidió disculpas,
ni manifestó arrepentimiento alguno.
El anuncio lo realizó su abogado, Paolo Giachini,
afirmando que el ex militar nazi dejó una entrevista escrita y un
video como "testamento humano y político".
En la Masacre de las Fosas Adreatinas fueron
asesinados 335 italianos durante la Segunda Guerra Mundial. Pero
a raíz de su avanzada edad cumplía arresto domiciliario.
Tras la guerra, Priebke escapó a la Argentina y se
radicó en San Carlos de Bariloche, al sur del país, hasta que
fue descubierto y enviado a Italia.
Según su apoderado, Paolo Giachino, Priebke, uno de los
últimos criminales de guerra nazi en vida, no será instalado en una cámara
ardiente y su cuerpo será enviado a Argentina para ser enterrado en
Bariloche, al lado de su esposa. "Murió de vejez y estaba lúcido hasta el
final", aseguró el abogado, quien divulgó algunos elementos del video que
el ex oficial nazi dejó como testamento.
Captura y deportación
Por muchos años -desde su fuga desde Europa hasta
su deportación a Italia para ser procesado- vivió como un
ciudadano más en Bariloche, hasta que un periodista de una cadena de
TV norteamericana lo entrevistó por la calle.
Priebke reconoció entonces que había participado por
respeto de la "obediencia debida" en la masacre de
Roma, perpetrada el 24 de marzo de 1944. Entonces los nazis ejecutaron con
un tiro a la cabeza a los civiles italianos, en gran parte ciudadanos comunes
de la capital y muchos de ellos judíos.
El ex oficial nazi murió sin jamás haberse
arrepentido en público por su participación en esa masacre. El
orden del fusilamiento fue dado por Adolf Hitler, que quiso de
esta manera vengar la bomba instalada días antes en Via Rasella, una
callejuela en pleno centro de Roma, por un comando
de partisanos de la resistencia antifascista mientras pasaba un batallón
alemán, acción en la que murieron 33 soldados.
La orden que llegó a Roma desde Berlín era la de ejecutar
a diez italianos por cada alemán muerto en Via Rasella.Pese a los años
transcurridos, la matanza sigue siendo una herida abierta para los
romanos.
Los fusilamientos son recordados cada 24 de marzo en
las mismas fosas, donde se lleva a cabo una ceremonia en la
que participan autoridades italianas -a menudo el presidente de
la República- y representantes de la comunidad judía.
Tras su condena en Roma al cabo de dos procesos, la
Justicia italiana le había concedido en el 2009 el arresto domiciliario a raíz
de su avanzada edad en un departamento de un barrio de la capital.
Fuente: infobae
No hay comentarios.:
Publicar un comentario