Washington (AFP)
Miles de personas marcharán este sábado en más de 160
ciudades de Estados Unidos para exigir al Congreso una pronta aprobación de una
reforma migratoria, que incluya una vía a la ciudadanía a los 11 millones de
indocumentados.
"Es el primer paso para intensificar la presión sobre
el liderazgo de la Cámara de Representantes para que simplemente llamen a
votar" el proyecto migratorio, dijo a la AFP Mehrdad Azemun, director de
campaña del Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM, por su sigla en
inglés).
Las acciones se extenderán por 163 ciudades en 41 estados,
desde las zonas urbanas de concentración latina en California, Arizona, Texas,
Florida y Nueva York, hasta regiones apartadas de Colorado, Carolina del Sur,
Montana o Hawai.
Los activistas marcharán en el Parque José Martí en la
Pequeña Habana de Miami, bastión de la comunidad cubana en Florida; cruzarán el
emblemático puente de Brooklyn en Nueva York, y pasarán por el corazón de
Hollywood en Los Ángeles.
Esas manifestaciones, en las que se esperan unas 130.000
personas, servirán de antesala a un concierto y marcha el martes en el Mall en
Washington, muy cerca del Congreso.
Reforma bloqueada en el Congreso
El Senado, dominado por los demócratas del presidente Barack
Obama, aprobó en junio un proyecto que contempla una vía para otorgar, bajo
condiciones estrictas y al fin de un período transitorio de por lo menos 13
años, la nacionalidad estadounidense a millones de inmigrantes ilegales, en su
gran mayoría de origen latino.
Pero la oposición republicana que controla la Cámara de
Representantes rechaza la propuesta del Senado, considerándola una
"amnistía" a las personas sin papeles, y se niegan a llevarla a
votación en la plenaria.
Tras varios meses de bloqueo en la Cámara baja, los
demócratas presentaron esta semana un nuevo proyecto, muy similar al aprobado
por el Senado, salvo en materia de seguridad fronteriza, con propuestas
presentadas por sus colegas del otro partido.
Al presentarla como un esfuerzo bipartidista, la minoría
demócrata confía en recibir el apoyo de los representantes republicanos, pero
éstos han mantenido su postura.
Los activistas a favor de los inmigrantes esperan torcer esa
opinión desde las calles.
Las marchas y manifestaciones "demostrarán que el país
exige una reforma migratoria que detenga las deportaciones y mantenga unidas a
las familias", exclamó el congresista Luis Gutiérrez, uno de los adalides
de la causa por los inmigrantes.
"Sabemos que los votos están (...) y el liderazgo de la
Cámara debe llamar a votar", insistió Azemun.
Marchas antes y después
Las marchas a favor del movimiento migratorio explotaron en
2006, cuando millones de personas salieron a la calle a protestar por un
proyecto anti-inmigrante que se preparaba en el Congreso.
Ben Monterroso, director de Mi Familia Vota, consideró ante
la AFP que en aquel tiempo hubo grandes marchas porque no habpia otras formas
de participar.
Desde entonces, el movimiento migratorio, integrado por
decenas de organizaciones regadas por todo Estados Unidos, se concentró en
acciones menos visibles pero más eficientes, construyendo una abrumadora fuerza
movilizadora en las redes sociales y las elecciones.
Estas organizaciones fueron importantes en el triunfo en
noviembre pasado del presidente Barack Obama, quien ha colocado la reforma migratoria
como un pilar de su segundo mandato.
"Estamos retomando aquella fortaleza por lo que
volvemos nuevamente a las calles", señaló Azemun.
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