Por Noe LEIVA (AFP)
SANTA CRUZ DE YOJOA — Una jirafa de cinco metros de altura
es la estrella del zoológico Joya Grande, un impresionante eco-parque con 58
especies animales en el norte de Honduras, a unos 200 km de la capital,
recientemente confiscado por el gobierno a empresarios acusados de
narcotráfico.
Big Boy, la imponente jirafa de siete años de edad, otrora
atracción de circo, compite en atractivo con Frank, un tapir o danto que es la
mascota del zoológico por haber sido el primero de los 300 ejemplares que
componen la colección.
Cebras, hipopótamos, avestruces, suricatas, llamas,
canguros, camellos, leones africanos, tigres siberianos, búfalos y muchas otras
especies exóticas hacen las delicias de niños y adultos que llegan todos los
días desde distintos puntos del país a visitar el lugar, que desde hace un mes
pasó a manos del gobierno.
"Yo no he visto diferencia desde que fue confiscado, he
venido tres veces y no encuentro diferencia; esto es una maravilla",
comentó a la AFP el estudiante Joel Matute, de 19 años, que junto a su novia,
Roxana Hernández, de 20 años, llegó desde la norteña ciudad de San Pedro Sula.
El zoológico, fundado hace tres años, abarca unas 200
hectáreas de un terreno marcado por numerosas colinas cerca de la localidad de
Santa Cruz de Yojoa.
Por una tarifa de ingreso de 20 dólares se pueden recorrer
las largas callejuelas de cemento a cuyos lados están dispuestas las jaulas,
corrales y establos.
La afluencia de visitantes es considerable, aseguró el
subjefe de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), Francisco
Zavala.
Los ingresos permiten financiar la totalidad de los gastos
de operación, que ascienden a 1,2 millones de lempiras mensuales (cerca de
59.000 dólares), y aún queda un pequeño superávit, dijo.
A lo Pablo Escobar
El caso de Joya Grande evoca la manía de varios señores de
la droga latinoamericanos, como el legendario Pablo Escobar en Colombia, de
coleccionar animales exóticos en sus mansiones y quintas de descanso, un gusto
extendido en México, donde los zoológicos se declararon hace poco
"abrumados" por la cantidad de ejemplares expropiados a narcotraficantes.
Joya Grande fue confiscado el 19 de septiembre al grupo
empresarial hondureño "Los Cachiros", vinculado por el Departamento
de Estado de Estados Unidos a crímenes relacionados con el tráfico de drogas.
El zoológico es parte de un total de 61 bienes inmuebles
decomisados por el gobierno a esta organización, junto a los fondos de 64
cuentas bancarias, 24 vehículos, ocho sociedades mercantiles y cuatro
establecimientos comerciales, valoradas en unos 72,5 millones de dólares.
Sin embargo, el gobierno pidió a los administradores del
zoológico que siguieran al cuidado de los animales y el centro quedó abierto
para los turistas.
El ingeniero Medardo Altamirano, administrador del centro,
no dio mucho crédito a la versión de que el zoológico haya sido propiedad de
narcos.
Si así fuera "no hubiéramos tenido problemas para pagar
el salario a los empleados y muchas veces les atrasamos el pago hasta siete
días", aseguró.
La bióloga María Díaz encargada del cuidado de los animales
dio "gracias a Dios" de que el gobierno la contratara para seguir en
su tarea, que le depara mucha satisfacción.
Díaz explicó a la AFP que la mayoría de las especies han
sido donadas por otros circos y zoológicos, principalmente de Guatemala y
México.
"Big Boy es la favorita entre todos mis animales. Llegó
aquí donada por un circo que tenía problemas con los permisos de ingreso a los
distintos países, por temor a la fiebre aftosa, y estamos a punto de lograr una
donación para traerle compañía", señaló.
"La idea es seguir aquí, estos son mis animales y
esperamos que el gobierno los devuelva a los legítimos dueños porque sabemos
que los gobiernos son malos administradores", abogó la bióloga.
Fuente de diversión y empleo
Los servicios del ecoparque incluyen un paseo por el bosque
a lo largo de una plataforma de madera, que se extiende 1,3 km a la orilla de
un riachuelo; un canopy (tirolesa o arborismo) con ocho estaciones y, si el
visitante lo desea, hospedaje en cabañas rústicas por 150 dólares la noche.
Un parque acuático, áreas de juegos y un comedor para 300
personas complementan la oferta del complejo.
"Pienso que el zoológico es un proyecto de mucho
beneficio, mucha gente depende de él, unas 65 familias de aquí se mantienen
sembrando plátanos, flores, yuca, camote, zanahoria" para la alimentación
de los animales, destacó el campesino Felix Domínguez, de 72 años, que vive en
las cercanías del complejo.
El administrador de Joya Grande dijo que el parque emplea a
unas 60 personas para tareas de seguridad, mantenimiento y atención de los
animales.
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