En este
pleno el ministro de Justicia, Alberto
Ruiz-Gallardón, no iba a ser hoy interpelado por la oposición
acerca de la reforma del aborto, pero lo han hecho desde la tribuna del
público. Tres mujeres jóvenes,
activistas de la organización feminista internacional
Femen -que en sus protestas contra el machismo las mujeres
muestran los pechos desnudos y llevan una corona de flores en la cabeza-, han
irrumpido en la sesión a gritos cuando el ministro de Justicia ha comenzado su
réplica a una pregunta ajena a su futura ley del aborto.
El desconcierto se ha
hecho entre los diputados, al escuchar de repente el grito de estas tres
mujeres: “El aborto es sagrado”. El mismo lema que llevaban también escrito en
el pecho. Una de ellas es Lara Alcázar, líder del movimiento en España.Las otras dos son
la ucrania Inna Shevchenko y la francesa Pauline Hillier. La organización ha
reivindicado el acto a través de
su cuenta de Twitter.
Jesús Posada, presidente
del Congreso, casi no lograba articular palabra y ha aconsejado a los ujieres y
a los servicios de seguridad de la Cámara: "Procedan con
cuidado". Mucho esfuerzo han tenido que poner para lograr
desalojarlas, ya que aferradas a los asientos y a la barandilla de la tribuna,
han resistido durante casi un minuto los tirones de los servicios de seguridad.
Solo algunos
diputados de la izquierda, al final, se han atrevido a un tímido aplauso, dado
que el silencio ha sido la reacción predominante. Y ha sido el propio ministro,
al reanudar la sesión, el que ha afeado la conducta de estos parlamentarios.
Minutos después, el coordinador de IU, Cayo Lara, en
su intervención, ha sacado pecho de la legitimidad de defender "el derecho
al aborto". Ya en el pasillo, el ministro de Justicia ha deplorado este acto
al considerar que estas mujeres han mostrado "una total falta de respeto a
la soberanía popular, encarnada en el Congreso".
Algunas
diputadas del PP, entre ellas la ourensana Ana Belén Vázquez Blanco, han
calificado de "repugnante", "patética" y acto de
"fanatismo" la protesta. También la que fue portavoz del PP en el
debate que hubo en mayo en el Congreso sobre la reforma de la ley de aborto, la
diputada Beatriz Escudero, lo ha definido como "un acto de
fanatismo".
Las tres
mujeres, detenidas por un presunto delito de alteración del orden público en el
Congreso de los Diputados, ya han sido puestas en libertad. Lara Alcázar fue
liberada en sede policial mientras que las otras dos mujeres, que fueron
trasladadas a los Juzgados de Instrucción de Plaza de Castilla al no poder
acreditar un domicilio en España, fueron liberadas horas más tarde. El juzgado
de Instrucción número 6 estima que la perturbación que han causado en el
Congreso es "a lo sumo no grave", y está penada con una multa de seis
a 12 meses, en función de la capacidad económica. El juez solo ha impuesto como
obligación "fijar domicilio en España" para las notificaciones o
citaciones.
La ley actual permite abortar sin dar explicaciones hasta la
semana 14 de gestación. Es una ley de plazos que equipara el modelo español con
la legislación de otros países de Europa, como Holanda o Francia. En la mayoría
de los países de la Unión Europea hay ley de plazos.
Entre las semanas 14 y 22 de embarazo, la ley permite
abortar únicamente por “grave riesgo para la vida o la salud de la madre o el
feto”, determinados tras un dictamen realizado por médicos especialistas
distintos de los que practicarían la intervención.
Un embarazo de más de 22 semanas solo puede interrumpirse si
se detectan “anomalías fetales incompatibles con la vida y así conste en un
dictamen emitido con anterioridad por un médico o médica especialista, distinto
del que practique la intervención, o cuando se detecte en el feto una
enfermedad extremadamente grave e incurable en el momento del diagnóstico y así
lo confirme un comité clínico”.
El supuesto de malformación del feto podría quedar suprimido
en la mayoría de los casos. Aunque el ministro ha expuesto distintas opciones
en el último año, cobra fuerza aquella en la que el aborto se pueda practicar
en los casos de malformación grave y quede prohibido en los de “discapacidad”
del feto; pero no está claro qué se entendería por discapacidad.
Uno de los aspectos que resultaron más polémicos cuando se
debatía la última norma aprobada era el que hace referencia a las menores. Las
chicas de 16 y 17 años pueden abortar libremente, aunque deben decírselo a sus
padres, que deberán acompañarlas a la clínica. Pero, además, si la menor
embarazada alega que contarlo en casa le puede generar un conflicto puede
abortar sin que los padres sean informados.
El Gobierno ha reiterado que la nueva norma exigirá a las
menores, sin excepción, el permiso de sus tutores para abortar.
Fuente y foto: diario El Pais
No hay comentarios.:
Publicar un comentario