Tegucigalpa. Durante la lectura de la sentencia de Antonio Hernández, hermano del presidente de Honduras, el juez de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Kevin Castel, afirmó que el tráfico de drogas en el que participó el acusado fue patrocinado por el Estado.
El Juez Castel inició con un recorrido sobre cómo el caso contra «Tony» Hernández se diferencia con aquellos donde los acusados se ven envueltos en el mundo de la droga ya sea por pertenecer a un bajo estrato socioeconómico o porque el ambiente social en el que crecieron no les permitió salir de estructuras violentas.
En cambio, «Tony» Hernández, señaló el juez, contó con recursos para asistir a una escuela militar, graduarse como abogado, llegando a ejercer de forma breve su profesión y goza de buena salud y condición física. «Esta familia tiene negocios legítimos, a través de los cuales pudo haberse ganado la vida de forma honesta. Fue un miembro del Congreso de Honduras […] pero Juan Antonio eligió llevar su vida en una dirección muy distinta», apuntó.
El juez Castel remarcó que este juicio contra Antonio Hernández desenmascaró muchos detalles sobre el tráfico de drogas internacional, donde «el tráfico fue patrocinado por el Estado» y Antonio Hernández se «convirtió en un facilitador de la droga que tenía como destino Estados Unidos», llegando incluso a tener un laboratorio de cocaína en Colombia.
También recordó los testimonios de otros narcotraficantes, como el de Fernando Josué Chang Monroy quien testificó que él llegó a comprar 15 mil kilos de cocaína a «Tony» Hernández, quien tenía su propia marca con la impresión de sus iniciales «TH».
Así como la autoría de asesinatos, como el homicidio en 2011 contra Franklin Arita, un narcotraficante que interrumpió el tráfico de drogas de Alex Ardón Soriano, y en el que habría participado Juan Carlos «Tigre» Bonilla, entonces jefe de policía del departamento de Copán. O el del «Chino» en 2013, por representar una amenaza al conocer demasiados detalles de la operación, y por el que «Tony» Hernández habría expresado alegría tras confirmarse el suceso.
El juez también indicó que el acusado rentó helicópteros con municiones, que tenían insignias que correspondían a las Fuerzas Armadas hondureñas y que actuó como facilitador de sobornos a políticos, incluido su hermano Juan Hernández y el Partido Nacional de Honduras.
Asimismo, rememoró que recibió en dos ocasiones a Joaquín «El Chapo» Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, y que tras el segundo encuentro aceptó US $1 millón para financiar la campaña de su hermano Juan Hernández a cambio de protección. «Juan Antonio estaba vendiendo protección del gobierno de Honduras en representación de su hermano Juan Orlando», enfatizó.
Sin embargo «El Chapo», dice el juez Castel, «no fue el único traficante de drogas a quién «Tony» Hernández le vendió protección. A cambio de pagos a él, alertó a traficantes de drogas sobre maniobras de helicópteros con misiones de visión nocturna y patrones de radar que habrían resultado en que los radares no detectaron cargamentos que llegaban al país. Por el pago US $50 mil proveía esta información. Son hechos y no especulaciones».
El togado catalogó que la cantidad de cocaína que fue traficada por el hermano del presidente entre 2005 y 2015 fueron 185 mil kilogramos, 8 mil dosis por kilogramo, equivalente a 1.5 billones de dosis. Sus ingresos brutos por el tráfico de drogas están estimados en US $138.5 millones. «Él fue indiferente a las consecuencias de sus actos y las vidas de las personas en su propio país, no hubo respeto por la ley»
Además, manifestó que a menudo encuentra circunstancias atenuantes pero que en base a «libre elección» de «Tony» Hernández en su involucramiento en el tráfico de droga su sentencia es cadena perpetua con 30 años, más la confiscación de US $138.5 millones, sin derecho a fianza.
El juez explicó a Antonio Hernández su derecho a apelar la sentencia, incluso si no cuenta con recursos. Asimismo, le pidió que reflexione sobre su vida y lo que ha hecho y los cambios que podría hacer a la misma. «Quizás puedas hacer algo bueno por tu familia y tu país», dijo. Como punto final, Castel aseveró «este tribunal no se engaña sobre que la sentencia terminará con el narcotráfico a través de Honduras».
Antonio Hernández fue encontrado culpable en octubre de 2019 en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, por los delitos de narcotráfico, tráfico de armas, conspiración para introducir droga a los Estados Unidos y falso testimonio.
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