Brasil ha empezado a cavar tumbas para los fallecidos de COVID-19 a gran escala. En el cementerio de Vila Formosa, el mayor de Latinoamérica, en Sao Paulo, una veintena de excavadoras trabajan contra el reloj para ampliar los lugares disponibles antes de que llegue el temido pico de la pandemia.
De la imagen de los sepultureros cavando a destajo con palas se ha pasado, en pocos días, a la de obreros con máscaras y monos blancos a los mandos de maquinaria pesada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario