17/08/2017
Si sospechas que tu pareja te está poniendo los
cuernos, tu relación no va todo lo bien que debería. Puede que sea una
afirmación dura, pero el caso es que, aunque no se haya cometido ninguna
infidelidad, ya no confías en tu pareja.
Y no todas las sospechas de infidelidad son
infundadas. Según las estadísticas de la empresa Sexual
Health Australia, el 70% de los matrimonios sufrirán una infidelidad en
el futuro. Asimismo, en el pirateo que sufrió en 2015 la web de citas
discretas para personas con pareja Ashley Madison se hizo patente que cuentan con
millones de personas registradas.
Pero ¿cómo saber si realmente te están poniendo los
cuernos o si, por el contrario, solo estáis pasando por una mala racha? Presta
atención a estas señales:
1. Aumentan sus ausencias
"Pienso que, a veces, los estereotipos que se ven
en las películas pueden ser en parte ciertos. Cosas como empezar a ser más
reservado o ausentarse cada vez más, acudir a más quedadas después del
trabajo...", opina la terapeuta Elisabeth Shaw.
"A no ser que se produzca un cambio
verdaderamente obvio, es fácil pasar por alto ciertas señales, ya que pueden
resolverse con una explicación sencilla. Desde mi experiencia, muchas parejas
solo se dan cuenta de lo que sucedía cuando echan la vista atrás. Y dicen: 'Era
consciente de que cada vez había más reuniones de trabajo, pero pensaba que se
debían al nuevo proyecto que tenían entre manos', o algo por el estilo".
"A no ser que seas una persona muy celosa y
controladora, esas señales solo suelen percibirse en retrospectiva",
reitera la experta.
2. Aumenta la distancia emocional
Un indicador más evidente, según Elisabeth Shaw, es
cuando tu pareja empieza a distanciarse en el plano emocional y privado:
"La distancia emocional no se explica tan fácilmente alegando estrés o
trabajo, y puede manifestarse de muchos modos".
"Si empiezas a percibir que quizás vuestra vida
sexual no es lo que era, si has sido el blanco de quejas y enfados poco
justificables o si tu pareja empieza a sacarte faltas... pueden ser señales de
que tiene una aventura".
A la pregunta de si las personas infieles suelen
comportarse de forma más cariñosa o atenta por los remordimientos, Elisabeth
Shaw opina que suele ser al contrario: "Si ha sido una infidelidad de un
solo encuentro, sí que puede dar pie a regalos y detalles inesperados, porque
la persona infiel se siente culpable y preocupada. Incluso puede servir como un
toque de atención para que esa persona diga 'madre mía, pero ¿qué estoy
haciendo?".
"No obstante, cuando la infidelidad es una
relación paralela, por mi experiencia, el miembro infiel suele poner distancia
de por medio con su pareja original: más discusiones, menos salidas juntos,
menos sexo, distintos horarios de dormir... Algunas de esas cosas pueden ser
señales de una infidelidad", apunta.
3. Más secretismo cuando está al teléfono
Si notas que tu pareja pasa más tiempo al teléfono (y
más tiempo atendiendo a llamadas fuera del alcance de tu oído), podría ser una
señal de infidelidad.
"Una vez que las personas se preocupan por el
comportamiento de su pareja, empiezan a darse cuenta también de que pasan más
tiempo al teléfono y, no solo eso, también con más secretismo. Con eso quiero
decir que se van a otra habitación a hablar o que no explican con quién
hablaban", afirma la especialista.
4. Pasa del tema rápidamente
Elisabeth Shaw asegura que la comunicación es clave
para detectar una probable infidelidad: "Si te preocupa, hazle preguntas
sobre su comportamiento. No se trata de pasar ya al turno de las acusaciones,
sino más bien de decir: 'Me he dado cuenta de estas cosas y me preocupan.
Necesito entender qué está pasando y supongo que he empezado a pensar que
tienes a alguien más".
Elisabeth Shaw recalca la importancia de preguntar
desde una perspectiva de preocupación en lugar de que parezca una acusación y
recomienda hacerlo de tal forma que su comportamiento sea indicativo.
"Si no hay ninguna aventura de por medio, tu
pareja tratará de tranquilizarte y le preocupará el hecho de que te sientas
así. Puede que muestre una actitud de 'si piensas eso, ¿qué le pasa a nuestra
relación? Tenemos que arreglarlo", explica. "En cambio, si su actitud
va más en la línea de 'no digas tonterías' y sale corriendo de la habitación,
no parece preocuparle mucho la relación. A nadie le gusta que le ignoren. En
una relación sana, los dos miembros se esforzarían por arreglar la situación,
no la ignorarían".
Este artículo fue publicado originalmente en el
'HuffPost' Australia y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.