Viernes 26 de mayo de
2017
ELLENABAD, India (AP) —
Ver a Manjeet Kaur con su hijita es ver la imagen de la felicidad.
La niñita de 15 meses
juega en el patio de la granja de la familia, su cabello enrulado atado con una
colita. Kaur no se pierde nada y por momentos lagrimea de la emoción.
Gurjeet es la niña que
Kaur deseó desesperadamente, pero durante 40 años fue lo que ninguna mujer
quiere ser en una comunidad rural de la India: alguien que no podía concebir.
Sin embargo, dio a luz a los 58 años, con la ayuda de una clínica de este
rincón del norte del país que ofrece tratamientos de fertilidad in vitro para
mujeres mayores de 50 años.
Esos tratamientos son
moneda corriente en la actualidad, aunque no a edades tan avanzadas. Y
adquieren una dimensión especial en la India, donde una mujer a menudo es
definida por sus aptitudes como esposa y madre. Si bien no hay cifras
confiables sobre cuántas mujeres se someten a estos tratamientos y a qué edad,
en la última década abrieron decenas de miles de clínicas para mujeres con
problemas para concebir en la India.
Especialistas en
tratamientos de fertilidad dicen que los embarazos como el de Kaur son
problemáticos por los potenciales riesgos que conllevan y por la posibilidad de
que los padres no vivan lo suficiente como para acompañar a sus hijos hasta que
se hacen adultos. El Parlamento indio está considerando una ley que prohibiría
concebir después de los 50 años.
Pero el doctor Anurag
Bishnoi, el principal motor detrás del Centro Nacional de Fertilidad y de Bebés
de Probeta de Hisar, no se preocupa. La página digital de su clínica está llena
de fotos de pacientes que dieron a luz a edades mucho más avanzadas de lo que
permitirían los médicos en general. Al menos dos de sus pacientes dieron a luz
a los 70 años.
Para Kaur, el asunto es
simple. Bishnoi la incorporó a la sociedad.
“No tiene idea de lo que
sufrí”, cuenta al hablar de su vida antes de tener una hija.
Kaur se casó con Gurdev
Singh cuando ella tenía 18 años y él 20. Siempre pensó que tendría hijos. Pero
no llegaron.
Sintió que no valía nada.
“Le pregunté a Dios por
qué me había abandonado”, relata mientras juega nerviosamente con el pañuelo
verde con que se cubre su cabello canoso.
Cada década que pasaba,
su sueño se alejaba más. La pareja ensayó tratamientos de fertilidad in vitro
dos veces cuando andaban por los 40, pero no funcionaron.
Una mujer sin hijos no es
bien vista en la India. La hacen al margen en las funciones sociales, sobre
todo en las bodas y en los nacimientos, en los que se celebra la fecundidad.
Como ocurre
frecuentemente en el campo, vivían con familiares y Kaur le daba todo su cariño
a sus sobrinos. Fue un sobrino el que oyó hablar primero de Bishnoi, médico de
una clínica de la vecina ciudad de Hisar que se hizo famoso al ayudar a dar a
luz a mujeres de edad avanzada con tratamientos de fertilización in vitro.
“El doctor sahib fue con
un dios para nosotros”, dice Singh.
A Bishnoi le dicen muchas
cosas en la India, incluidas “dios”, “curandero” y “sahib”, o gran señor.
Sus detractores lo acusan
de lucrar con las ilusiones de mujeres desesperadas, exponiéndolas a riesgos
innecesarios. Cuando ayudó a que dos mujeres de 70 años diesen a luz en abril,
el presidente de la asociación nacional de ginecólogos y obstetras Hrishikesh
Pai dijo que era un “médico deshonesto” que ignora las normas que siguen la
mayoría de los especialistas en fertilidad.
Narendra Malhotra, que
dirige la Sociedad para la Reproducción Asistida, dice que Bishnoi trata de
“hacer de dios”.
“No podemos aprobar el
que se haga madres de abuelas”, señaló. “Es demasiado arriesgado para la mujer.
Sus cuerpos no están diseñados para dar a luz después de los 50”.
Reveló que su asociación
le pidió a Bishnoi que dejase de trabajar con mujeres ancianas, pero no fue
escuchada.
La mayoría de las
organizaciones médicas de todo el mundo recomiendan que no se ofrezcan
tratamientos de fertilización in vitro más allá de los 45 o 50 años. Consejo de
Medicina Indio fija los 45 como edad máxima. Pero todas estas son
recomendaciones, no leyes.
Bishnoi asocia estos
tratamientos con las fuerzas armadas y dice que las mujeres son “soldados de la
familia”.
“Claro que se corren
riesgos, pero a los soldados no les importa”.
De tanto en tanto circula
la noticia de que una mujer dio a luz a los 50 o los 60 años e otras partes del
mundo. Pero son situaciones excepcionales. El doctor Bishnoi, en cambio,
promociona los embarazos a edad avanzada.
Dice que antes de aceptar
una paciente la somete a rigurosos exámenes médicos y que ninguna de sus
pacientes ha muerto.
Las mujeres de edad
avanzada constituyen el 20% de su práctica. Bishnoi usa óvulos de donantes
anónimos. En sociedades patriarcales como la de la India, lo que importa es que
el esperma pertenezca al padre.
Buena parte de los
pacientes son gente humilde, dispuesta a gastarse todos sus ahorros con tal de
tener un hijo. Un tratamiento in vitro cuesta el equivalente a 1.700 dólares en
la clínica de Bishnoi.
Gurdev dice que el dinero
es lo de menos. “Lo que cuenta es que nos dio a nuestra pequeña muñeca”.
A la pareja no le
preocupa la idea de que estará criando a una hija a una edad en que deberían
ser abuelos.
“Es la voluntad de Dios”,
dijo Singh.
Kaur, por su parte, habla
de someterse de nuevo al tratamiento y de darle un hermanito a Gurjeet.
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Muneeza Naqvi está en
twitter.com/mnaqvi10