Jueves 11 de junio de 2015 – 01:00 PM
ASUNCION, Paraguay (AP) — El presunto pago de
sobornos a policías, fiscales, y políticos del oficialista Partido Colorado y
hasta a un periodista revelados por un supuesto narcotraficante brasileño en
una grabación difundida por los medios de comunicación, ha desatado un enorme
revuelo político en el país, y se suma a una serie de revelaciones anteriores
que hablaban de vínculos entre la clase política y el narcotráfico.
Ezequiel de Souza, que se encuentra detenido
preventivamente en el cuartel de la Secretaría Nacional Antidrogas por
disposición judicial tras ser supuestamente capturado con un cargamento de
1.758 kilos de cocaína en el norteño departamento de Canindeyú en 2012, dio a
conocer la grabación en días pasados en la que conversa con dos senadores paraguayos.
El detenido afirmó en una parte del audio que pagaba
mensualmente unos 160.000 a diferentes oficiales del gobierno, pero no
especificó si eran dólares, guaraníes o reales. Sin embargo, el senador Arnaldo
Giuzzio, uno de los que participó en la entrevista, aclaró que eran cifras en
dólares.
Tampoco mencionó a cambio de qué hacía los pagos; si
eran para dejarlo transitar libremente por las rutas del país o para evitar
controles policiales y fiscales en los días de tráfico ilegal.
Las revelaciones del brasileño provocaron un
escándalo a nivel nacional por el supuesto involucramiento de funcionarios y
personalidades paraguayas. Dijo haber entregado 60.000 "al segundo De
Vargas, cuando era fiscal, pero no tengo documentos para probar los pagos".
Francisco De Vargas es actual ministro del Interior
y su "segundo" o "mano derecha" es Javier Ibarra, vice
ministro de Seguridad Interna.
Ibarra se defendió en conferencia de prensa:
"Ese tipo de audio es ilegal. Tiene que ser analizado. ¿Qué credibilidad
puede tener un narcotraficante? Sé que estoy expuesto por mi gestión. Estuve 15
años como fiscal antidrogas. No me sorprende que De Souza trate de manchar mi
trabajo; no recibí nada".
Señaló que está "a disposición del ministerio
Público si me quiere investigar".
Giuzzio, del opositor Partido Democrático
Progresista, y Arnoldo Wiens del oficialista Partido Colorado confirmaron que
la grabación se hizo durante una entrevista que tuvieron con el brasileño el
pasado cuatro de noviembre en la cárcel de Tacumbú, en la periferia sur de
Asunción.
Al encuentro, dicen, los acompañó el jefe antidrogas
de Paraguay, Luis Rojas. Giuzzio admitió haber grabado la conversación.
"Esa grabación, filtrada a los medios, la
conocíamos solo tres personas. Además de Wiens, el jefe de la Secretaría
Antidrogas, Rojas", dijo Giuzzio. "No puede ser usada judicialmente
porque su contenido es difícil de corroborar como veraz".
Rojas dijo que el brasileño pidió entrevistarse con
los senadores para informarles que recibía amenazas de muerte "porque soy
un archivo", que conoce mucha información del narcotráfico en Paraguay.
"Es solamente la palabra de un acusado por
narcotráfico", señaló.
La AP trató de comunicarse con Rojas pero no fue
posible contactar con el funcionario.
El fiscal Federico Espinoza dijo el martes que tomó
declaración "a los senadores Giuzzio y Wiens y me entregaron el audio
completo de la entrevista a De Souza". Destacó que "la grabación fue
realizada sin orden judicial, por tanto no se puede usar para abrir una
expediente pero su contenido, una vez analizado, tal vez sirva para hacer otras
investigaciones".
Las pesquisas del Ministerio Público pueden durar
hasta tres años, de acuerdo con el código procesal penal.
De Souza, expresándose con dificultades en español,
dijo que "todos cobraban: policías, fiscales, jueces también, militares...
No recuerdo un fiscal a quien no haya pagado", según el audio.
Citó específicamente a la diputada Cristina Villalba
del oficialista Partido Colorado, representante del departamento Canindeyú, donde
de Souza fue capturado, diciendo que "no recuerdo haberle pagado. El que
le llevaba plata era Narcóticos (de la policía)".
Villalba negó los dichos del brasileño y le dijo a
los medios que se encontraba a disposición de las autoridades para que la investigaran.
"También me llevaron hasta un político, era el
hermano de (el expresidente Fernando) Lugo, Pompeyo era su nombre; él mismo
(Pompeyo) me recibió pero para mi trabajo de informática", dijo de Souza
que califica como "trabajo" al contrabando de aparatos de informática
al Brasil.
La AP llamó a la vivienda del hermano de Lugo pero
no hubo respuestas.
Francisco Ayala, vocero de la Secretaría Antidrogas,
dijo el martes a la AP que De Souza "está recluido en nuestra institución
por orden del juzgado de garantías porque dijo que estando en la penitenciaría
Tacumbú su vida estaría en peligro". Esa prisión cuenta con 3.700
internos, pero su capacidad es solo para 1.500.
El expediente del detenido se encuentra desde el 27
de marzo de 2015 en poder de la sala penal de la Corte Suprema de Justicia que
debe resolver si acepta o rechaza el pedido del brasileño de no ser juzgado en
un juicio oral y público.
La Corte no tiene un plazo específico para emitir su
fallo.
De Souza, en otra parte del audio difundido por los
medios, indicó que, supuestamente, se convirtió en informante de la DEA a
cambio de protección a sus hijas.
La embajada estadounidense y la secretaría
antidrogas no han comentado sobre la posibilidad de que De Souza sea un
informante de la DEA.