Martes
19 de mayo de 2015 – 07:50 PM
Tegucigalpa,
Honduras - Para fortalecer el proceso de reinserción de los niños y
adolescentes migrantes retornados desde los Estados Unidos, la alcaldía; la
empresa privada; el Gobierno, y el PNUD, promueven en Catacamas Olancho,
un conjunto de servicios que buscan mejorar la calidad de vida de esta
población y desmotivar la migración.
El
representante adjunto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), Edo Stork, el director ejecutivo de la Asociación de Municipios de
Honduras (AMHON), Guadalupe López, y el coordinador de la unidad para la
Reducción de la Pobreza del PNUD, Luis Gradiz, acompañados por el alcalde,
Lincoln Alejandro Figueroa, hicieron una vista de campo para constatar los
avances y obstáculos del proyecto que se ejecuta en conjunto, para atender a la
población migrante retornada de ese municipio.
Este
monitoreo servirá para fortalecer la ejecución de las iniciativas de
reinserción del proyecto “Asistencia a la reintegración comunitaria de
los niños, niñas y adolescentes migrantes retornados”, como seguridad
alimentaria; generación de empleo; seguridad ciudadana y el reintegro a la
escuela que ha logrado mejorar en parte la condición física y emocional
de un grupo de niños, expresó Stork.
La
mesa de trabajo local organizada para este fin, compartió las experiencias
sobre la articulación, coordinación y recopilación de la información de cada
una de las comunidades donde se concentran las familias retornadas.
En
la Comunidad de La Sosa, adolescentes retornadas que habían mantenido un
silencio hermético, en esta ocasión abrieron sus sentimientos y relataron entre
sollozos las dificultades y peligros que enfrentaron buscando el sueño
americano, con la intención de desmotivar a otras personas a emprender esta
aventura que ofrece múltiples riesgos.
“Mi
hijo quedó traumado de las cosas que nos pasaron cuando nos tenían
secuestrados, pero poco a poco se le va pasando… fue horrible…”, relató
entre pausas Senia Díaz, mientras hacía esfuerzos para contener sus lágrimas.
En
México, Senia, Heybi Zavala y sus pequeños hijos, pasaron ocho días
raptadas por grupos guerrilleros que las aterrorizaban y humillaban,
según narraron.
“Si
tuviera que elegir entre viajar de nuevo y buscar trabajo aquí en Honduras,
aunque es difícil encontrar empleo, me quedo”, dijo en tono firme y segura
Zavala.
Al
final, se establecieron acuerdos para que el proyecto avance y se amplíen los
espacios para integrar a otros actores claves de la sociedad en este proceso
que será sistematizado para que a corto plazo, la experiencia se replique en
otras zonas.
El
programa que también se ejecuta en San Pedro Sula y El Progreso, cuenta con 42
casos documentados, de los cuales 19 son niñas y 23 son niños, todos ellos
dispersos en este municipio.
"Traspaso
legal de la infraestructura del centro de visitantes y del trabajo
construido y remodelado de las cabañas comunidad de El Venado,
Choluteca"