Viernes 06 de marzo de 2015 – 11:00 AM
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El papa Francisco se
reunió el viernes con el obispo que encabeza la diócesis en Chile donde ha
habido una oposición sin precedentes a la nominación de su sucesor, quien es
acusado de encubrir a uno de los pederastas más notorios en ese país.
El Vaticano no difundió detalles de la audiencia del
pontífice con monseñor Fernando Natalio Chomali Garib, quien encabeza
provisionalmente la diócesis de Osorno desde que el obispo anterior fue
transferido en 2013.
En enero, Francisco nombró al obispo Juan Barros
Madrid para asumir el cargo permanentemente, pero en las semanas que siguieron,
unos 1.300 fieles de Osorno, 51 de los 120 legisladores nacionales de Chile y
muchos de los 35 sacerdotes de la diócesis exhortaron al papa a anular el
nombramiento.
Ellos acusan a Barros de encubrir al cura Fernando
Karadima, un destacado y carismático sacerdote sancionado por el Vaticano en
2011 por abusar sexualmente de menores. Una queja penal contra Karadima fue
desestimada porque ya había expirado el estatuto de limitaciones, pero el juez
chileno a cargo del caso determinó que las acusaciones de abuso eran verídicas.
Barros ha sido cercano a Karadima y algunas de las
víctimas de éste lo acusan de defender al sacerdote ante las denuncias de
abusos. Barros no ha respondido a las acusaciones. Es probable que el tema sea
resuelto antes de una ceremonia planeada para el 21 de marzo, cuando será
designado formalmente como obispo de Osorno.
El caso Barros es considerado una prueba para el papa
en lo que respecta a responsabilizar a los líderes eclesiásticos que encubren a
pederastas.
Francisco ya envió a un investigador vaticano a la
diócesis de Kansas City, Estados Unidos, donde el obispo Robert Finn se declaró
culpable de un cargo menor por no reportar a un prelado que tenía pornografía
infantil en su computadora.
Sin embargo, el Vaticano no ha tomado acción contra
Finn y ningún obispo ha sido sancionado públicamente hasta ahora por encubrir a
pederastas.
Los integrantes del comité asesor sobre abuso creado
por el pontífice han dicho que hacer responsables a los obispos de sus actos y
omisiones es una de sus prioridades principales y que están elaborando
propuestas para que el papa sancione a los religiosos involucrados.