Martes 24 de marzo de 2015 – 09:00 PM
El Gobierno estadounidense defendió hoy ante el
Congreso la necesidad de aumentar la dotación presupuestaria para Latinoamérica
un 35 % en 2016, hasta los 2.000 millones de dólares, unos fondos que se han
disparado por la crisis migratoria de Centroamérica.
La secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica,
Roberta Jacobson, detalló en dos audiencias en la Cámara de Representantes que
de ese total presupuestado, la mitad (mil millones) irán dirigidos a asistencia
a Centroamérica; 288,7 millones a Colombia, 241,6 millones a Haití, y 119
millones a México a través de la Iniciativa Mérida.
La lucha contra el narcotráfico, el fortalecimiento
de las instituciones y la mejora de las condiciones económicas para reducir la
inmigración irregular son los principales apartados a los que Estados Unidos
dedicará este nivel récord de fondos.
"El Hemisferio Occidental (como se refiere
Washington al continente americano) es de alta prioridad para Estados Unidos,
porque está en juego el interés nacional", explicó Jacobson ante miembros
del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
"Nuestras prioridades son trabajos,
prosperidad, educación e innovación, energía, cooperación y promoción de
valores democráticos", añadió Jacobson.
La crisis generada por la llegada de miles de
inmigrantes centroamericanos, gran parte de ellos menores que viajaban sin
compañía de familiares, llevó el año pasado al gobierno estadounidense a
dedicar un nivel de fondos sin precedentes para la región.
La zona del llamado Triángulo Norte de Centroamérica
(Honduras, Guatemala y El Salvador) se ha convertido en un centro prioritario
para Estados Unidos, que intentará invertir estos mil millones en desarrollo
económico, mejora institucional y seguridad.
Casi un tercio de esos fondos (286,5 millones de
dólares) se destinará a entrenamiento policial, lucha contra la delincuencia y
el apoyo a iniciativas comunitarias de seguridad que han demostrado funcionar
positivamente.
"Mitigar no es suficiente, sé que estamos lejos
de los objetivos, pero hay razones para ser optimista y ambiciosos. Tenemos una
visión y un plan", aseguró Jacobson.
En opinión de la funcionaria, lo que hace que este
momento sea especialmente trascendental es que esta vez los tres presidentes
centroamericanos (Juan Orlando Hernández, de Honduras; Salvador Sánchez, de El
Salvador, y Otto Pérez, de Guatemala) "están verdaderamente comprometidos,
pese a su diferente signo político".
"Consideramos que el coste de invertir ahora en
la seguridad y prosperidad de América Central no es comparable al coste de
hacer frente a los desafíos migratorios en Estados Unidos", explicó
Jacobson en su declaración introductoria.
El presupuesto presentado por el Departamento de
Estado para Latinoamérica incluye también 119 millones de dólares para la
Iniciativa Mérida, que aporta fondos a México para reformas de justicia y
seguridad para reforzar la lucha contra el narcotráfico.
Parte de ese dinero está condicionado al respeto de
los derechos humanos en México.
"No obstante, persisten serios desafíos de
seguridad, como hemos visto con la trágica desaparición de 43 estudiantes en
Iguala", señaló la diplomática en relación con el caso de los alumnos
normalistas entregados en septiembre pasado por policías de esa localidad mexicana
al crimen organizado, que los asesinaron e incineraron sus cadáveres, según la
versión oficial.
Jacobson dijo que pese a la mejora de la situación
de seguridad en Colombia, mientras el gobierno y las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) negocian un acuerdo de paz, el país
necesitaría 288,7 millones de dólares para seguir apoyando el desarrollo y el
cumplimiento de la ley.
Para financiar programas en el Caribe, el gobierno
estadounidense solicita 241,6 millones de dólares para infraestructuras y
desarrollo en Haití y otros 53,5 millones para la Iniciativa de Seguridad de la
Cuenca del Caribe.
Para luchar contra la producción de cocaína, el
Departamento de Estado propone al Congreso destinar 95,9 millones de dólares a
la lucha contra el narcotráfico en Perú, considerado actualmente el mayor
productor de esta droga del mundo.
Otros fondos serán dedicados para la promoción de la
libertad de prensa, derechos humanos y promoción de la democracia en Cuba,
Venezuela, Nicaragua y Ecuador. EFE